Poema

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Saotome se encontraba mirando a una chica desde el asiento de su clase

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Saotome se encontraba mirando a una chica desde el asiento de su clase. Esta se sentaba delante de ella, a unos metros de distancia. Tenía el cabello blanco, cayendo por su espalda como una cascada, sus ojos eran azules y su piel muy pálida comparada con el resto.

Para la rubia aquella chica era su única razón para venir cada mañana. Era curioso, porque apenas habían cruzado dos palabras desde que empezaron el curso, pero la de ojos ámbar solo sabía que quería acercarse más a ella.

Lo intentó, pero la peliblanca no parecía ser muy fan de las relaciones sociales. Siempre estaba sola en el comedor, en los pasillos y pasaba gran parte de su tiempo en la biblioteca rodeada de libros.

Mary no sabía cómo acercarse a ella, ni mucho menos de que hablar. Sabía su nombre, Ririka Momobami, sabía que su color favorito era el celeste, por su mochila y gran parte de su ropa. Era muy probable que le gustase la lectura y también sabía que odiaba hablar en público.

Suspiró. Los días pasaban y no avanzaba nada, no se veía capaz de hablar con ella, pero de verdad quería hacerlo.

—¿Puedes leer la siguiente oración, Momobami?—preguntó la profesora.

La de ojos azules siempre se ponía nerviosa cuando le tocaban hacer ese tipo de cosas. Ella no dijo nada, simplemente asintió y comenzó a leer escondiendo su rostro en su libro con mucha timidez.

Las mariposas vuelan alto,
con sus alas de color,
frágiles como un cristal,
bellas como un ángel—finalizó.

Su voz era muy dulce. Mary no sabía describirla bien, pero su voz era igual que escuchar una dulce melodía.

—Bien—dijo la profesora, ajustando sus gafas en el puente de su nariz—Para la próxima clase quiero que me traigáis un poema corto—clavó su mirada en los diferentes alumnos—Recordad no copiar, si alguien lo hace será gravemente sancionado.

Un poema. Saotome no solía hacer la faena, y mucho menos de lengua o literatura, pero aquella vez iba a hacerlo, porque sabía perfectamente de que escribir su poema.

Era su oportunidad.

La de ojos color oro observó a Ririka desde su asiento, cuando la clase terminaba siempre salía de las primeras, evitando posibles encuentros con sus compañeros.

No era la primera vez que Mary intentaba seguirla, pero parecía un fantasma, porque nunca conseguía seguirle el paso y desaparecía de su vista.

—¿Otro día sin conseguir hablar con Blancanieves?—le preguntó Yumeko, colocándose a su lado.

Jabami había sido su amiga desde que eran pequeñas, no se parecían demasiado, pero insistía en que ambas siguieran siendo amigas de todos modos.

—No la llames así—dijo malhumorada—No, como siempre, pero la escuché hablar en clase hoy.

—¡Muy mal!—le regañó la de cabello oscuro—Es que vaya dos, si ves que ella no socializa, acércate y habla con ella, no te quedes sin hacer nada.

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⏰ Última actualización: Aug 19, 2021 ⏰

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