Su omega pedía ser acompañado, suplicaba la presencia y la fragancia de su alfa, pero aun llamándolo entre ligeros gritos que le hacían doler la garganta; el alfa no llegaba, y era doloroso para el omega, porque lo necesitaba ahí, a un lado de él, haciéndole cariñitos a su acalorado cuerpo.
Los pensamientos de Jungkook estaban haciendo una recopilación de todos los momentos que se le dieron caricias a su rostro, a su cuerpo. Por Dios, realmente necesitaba ser tocado, pero claramente no quería unas manos cualquieras, quería las manos de Taehyung, esas manos que daban caricias gentiles, esas manos que tenían conocimiento de sus zonas sensibles, el aroma del omega fue más dulce al sólo imaginar esas escenas, quería atraer a su pareja con su aroma, pero realmente se sintió tonto cuando una parte de sí le hizo recordar que habían más posibilidades de que cualquier patán captara su olor, estando en su habitación con absolutamente todo cerrado, sabía que un ápice de su aroma salía de su hogar, y quizá sería más probable de que un vecino conociera su aroma en celo antes que Taehyung.
Necesitaba al alfa, pero también se permitía odiarlo, porque se atrevió a dejarlo solo, con unos supresores que al final no le sirvieron porque se negó a tomarlos.
El omega lo único que quería era la compañía de su alfa, pero jodido alfa que lo dejó solo, dejo herido a su omega, pero eso no quitaba que en este instante lo esté llamando con su aroma y en pequeños susurros.
Idiota.
Un completo idiota era como se sentía Taehyung. Mientras estaba sentado en una de las sillas de la cafetería, aún podía sentir su corazón doler, se sentía un mal alfa al dejar a su omega en esa situación, y no hablar de cómo se sentía su parte animal, le estaba ladrando con furia, recordándole lo imbécil que era, y claramente lo era, Jungkook le suplicó en quedarse, aún podía sentir la mirada suplicante del omega, esos ojos que se notaban hambrientos, pero se negó, se negó y salió de casa dejando unos supresores para Jungkook.
Su respiración era pesada, tampoco sabía en qué momento sus músculos se pusieron tensos, sintiéndose inquieto y desesperado, quería ir al omega.
Y tampoco era como si estuviese pensando cuando sus pies caminaban con velocidad hacia el omega, casi corriendo y esquivando a las personas que le interrumpían el camino, porque quería llegar con Jungkook, quería estar con él.
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Sus pasos se detuvieron en el momento que un poquito de la fragancia del omega llegó a sus sentidos, los sintió tan liviano pero lo hiso soltar un gruñido cuando captó que el omega lo estaba llamando, y camino con prisa lo que faltaba para llegar a la casa, buscando la llave en sus bolsillos cuando estuvo enfrente de la puerta, siendo sorprendido cuando la puerta fue abierta y un cuerpo se lanzó hacia el suyo de manera brusca, unos brazos le rodearon el torso y una cabeza se apoyó en su pecho, haciendo su corazón enloquecer, porque el aroma del omega lo consumió, y sin más, los dos entraron a su hogar, siendo torpes en el proceso, pero al final entraron, cerrando la puerta y concentrándose sólo en ellos.
Jungkook restregó su cuerpo contra taehyung, queriendo sentir la piel debajo de aquellas prendas, gimiendo bajito cuando por fin, obtuvo las manos del alfa, sujetando su cintura, mas le molestó que la camisa que aún llevaba puesta le impidiera que las manos de taehyung tocarán su piel, por lo que sólo se separó para quitar su camisa, acercándose a taehyung una vez más, suspirando cuando el alfa inició con las caricias en su abdomen, y no esperó que el alfa lo cargara, sólo dejándose manejar, hasta que sintió su espalda topar con un material blando, sabiendo que ahora estaban en la habitación.
Jungkook fijó su vista en Taehyung, esperando otra acción de parte de éste, pero nada más consiguió unas palabras, mas estuvo agradecido que Taehyung le mostrara su voz. Oh jodida voz que hizo vibrar su cuerpo.
—Vamos a ir con calma ¿sí?—Taehyung habló, su voz siendo gruesa, dejando a Jungkook con un revoltijo en su estómago, mientras que Taehyung esperaba por lo menos un asentimiento, pero parecía que Jungkook estaba lo suficientemente sumergido en su celo como para no ser capaz de formular algo además de pequeños susurros que hacían tensar a taehyung.
—Alfa, tocame—Pedía Jungkook en unos susurros que se escuchaban desesperados, y Taehyung no estaba dispuesto a negarse, tenía a Jungkook ahí, llamándolo en dulces susurros como su aroma que desde que entro a la habitación lo invitó a hacer mil cosas con el omega.
Jungkook fue feliz y se mostró satisfecho cuando la boca del alfa chocó suavemente con la suya, los labios suaves del alfa siendo una caricia que lo congeló y lo hizo gemir, sus bocas estando juntas en un suave toque que llevó a la pareja a las nubes, porque después de esperar, sus labios por fin se encontraron, por fin se sintieron y era majestuoso como Taehyung dominaba el ritmo del beso, tan lento pero tan apasionado que Jungkook quiso más, pues ahora tenía a esos labios jugando con los suyos.
Era un omega en celo que pedía por el tacto de su alfa, un tacto que sólo era placentero si se lo otorgaba la persona correcta. Y Taehyung estaba ahí, encima de él, lo que quería no estaba para nada lejos, pero estaba tan desesperado, no tenía la opción de esperar o ir lento.
Pero Taehyung era distinto, porque sus besos eran calmados al momento en que se permitió explorar el cuello del omega, la piel se sentía caliente y suave ante sus labios húmedos, dando sutiles mordidas que hacían a Jungkook suspirar, pues aunque esté frustrado por la lentitud, también era consiente de lo bien que se sentía esa boca besando pacíficamente su cuello.
La piel del pecho del omega desde ya estaba expuesta, por lo que el alfa no se detuvo en ningún segundo hasta llegar a un pezón que se mantenía erecto, su respiración haciendo cosquillas en esa zona, y Jungkook estaba esperando, esperaba algo, algo que lo estaba poniendo ansioso, tan ansioso que en el momento de recibir eso, se escuchó jadear, cerrando sus ojos y dejando que el alfa continuara con ese acto en su pezón, mordiendo tan suave y lamiendo con dedicación.
El abdomen del omega fue lo que siguió, cada vez lo sentía más cerca de esa zona que estaba doliendo. Más, más cerca, lo sintió tan cerca, pero el alfa no llegó. Abrió sus ojos, su vista siendo borrosa y le tomó por sorpresa cuando sintió dos manos colocarse a cada lado de su cadera, en un movimiento bajando la ropa interior, por fin quedando con absolutamente toda su piel expuesta, sintiéndose más caliente cuando su visión fue capaz de percibir la mirada de Taehyung, esa mirada que lo hacía sentirse tan frágil.
Quizá por pura casualidad, su mirada cayó en el bulto que resaltaba en la prenda que tapaba la parte baja del alfa, el omega teniendo la intención de ir y quitar esa prenda que no le permitía ver aquello que una zona en específico de su cuerpo necesitaba.
Claro, porque aquella parte de su cuerpo estaba goteando por ser atendida, el aroma dulce de Jungkook sintiéndose con más intensidad, tan dulce y tan atrayente, que Taehyung no logró esperar en llevar una de sus manos entre las piernas del omega, yendo directamente a esa zona que estaba expulsando gran cantidad de lubricante, su vista fijándose en Jungkook una vez que su mano estuvo preparada para tocar.
Jungkook observó al alfa mientras tragaba, siéndole difícil respirar cuando sabía los planes de Taehyung, mas no tuvo que rogar por tacto, porque su entrada fue presionada lo suficiente para hacerle gemir, sus ojos volviéndose brillantes cuando aquel mínimo tacto lo hizo sentirse tan satisfecho, porque su piel se hace tan sensible cuando Taehyung se encarga de tocarlo así.
De besarlo como se le besó de nuevo, ahora quizás un poco más rudo, sin embargo sigue siendo dulce y delicado, pues ese beso era el inicio de todo lo que les esperaba, de todos los actos a los que darían un inicio en poco tiempo, porque sus cuerpos desnudos se volverían a sentir, volverían a combinar sus aromas y temperaturas, creando un ambiente que a los dos les satisface, porque ellos se van a encargar de crear su propio ambiente y universo.
