Centro Pokemon de Ciudad Verde.
Dicen que con el final de la tormenta siempre sale el sol. Que al final de la lluvia viene el arco iris.
William tras haber perdido contra Garazune y terminar en el agotamiento y desmayo de Charmander la frustración lo invadió, dudando sobre su aventura, sin embargo su yo del pasado estuvo ahí para aconsejarle a él mismo. Ahora decidido a continuar con su viaje espera a que la recuperación de su compañero termine, con el clima de afuera pésimo con una densa lluvia William ha decidido pasar la noche en el centro pokemon.-Aquí tiene enfermera, una noche por favor.- William le paga una tarifa a la enfermera, pues pagando cierta tarifa los centros pokemon permiten a los entrenadores pasar la noche en una de las habitaciones con permiso de camas y baños, siempre útil.
-Gracias William, toma la llave de tu habitación. Descansa, que mañana será un nuevo día y Charmander estará mejor para seguir viajando.-
Tras una sonrisas compartidas, William saluda a Chansey quien caminaba de paso. Llegando a su habitación este decide entrar a la ducha en breve, pues en los viajes siempre es apreciable e importante aprovechar la oportunidad de tomar un buen baño.
Minutos después de su ducha y en la cama mirando al techo, William seguía pensando en su primera batalla, que si bien marca el inicio de su aventura, perder era algo que lo había marcado y entre la frustración un sentimiento de pasión por mejorar había nacido alzando su mano al techo este poco a poco cerró sus ojos dejando que el sonido de la lluvia golpeando su ventana lo arropara como canción de cuna.
Al día siguiente, este se levantó antes que el despertador de la habitación lo despertara un minuto antes, asomando su mirada por una empañada ventana este vio que todavía había una ligera lluvia.-'William Oeda, favor de presentarse en la sala principal para recibir a su pokemon'-
Mirando hacia la puerta, William escucha como lo citaban por el altavoz del Centro Pokemon. A lo que al saber que se trataba de la recuperación de su amigo decide dejar sus cosas en la habitación para ir a ver cómo estaba.
Una vez ahí, la enfermera le saluda y pregunta como durmió a lo que nuestro protagonista agradece la hospitalidad, y girando la mirada hacia la puerta que da a la sala de operaciones sale Chansey con Charmander sentado en un carro sobre una bandeja y su pokeball a su lado.-Char- Llamando a su amigo por su nombre, el pequeño pokemon recibe a William con una gran sonrisa y se lanza a sus brazos. -Lo siento amigo, te fallé.-
Bajando la mirada, William no podía dejar e sentir culpa por haber llevado a su compañero a la derrota, las lagrimas que estaban a punto de salir fueron frenadas por un consuelo de Charmander, quien dejando que su cabeza acaricie el pecho de su entrenador este lo mira a los ojos.
La enfermera al ver semejante escena se conmueve y se acerca a los dos.-Yo creo que tu pokemon trata de decirte que no fue tu culpa.- Dice la enfermera.
William mira a Charmander quien con un gesto que inspira fortaleza pudo sentir como su compañero le decía 'No te preocupes, nos haremos más fuertes'. -Char, amigo-
Tiempo después de desayunar y haber tomado todas sus cosas para continuar con su viaje, William hace entrega de las llaves del dormitorio a la enfermera, siendo así y bajo advertencia de tener cuidado porque la lluvia continuaba, que Charmander y William decidieron continuar despidiéndose de la enfermera y su Chansey.
-Muy bien Char- Refugiándose en un techo árbol a las afueras de la ciudad, William saca su mapa revisando algunas zonas de la región. -Bien, nuestro siguiente destino será llegar a una ciudad con un gimnasio disponible ¿Qué te parece?- Al ver a Charmander decidido, nuestro protagonista guarda su mapa y continua caminando. Mirando al suelo mientras sostenía una hoja enorme que encontró para mantener a Charmander cubierto de la llovizna.
-Char, deberías volver a tu pokeball- Al oír eso, Char mira a William a los ojos negándose con la cabeza.
-Sé que quieres acompañarme pero...- interrumpido por un gruñido de su pokemon, William interpreta sus palabras a lo que le responde,
-No es eso, es que me estoy cansando del brazo.- El argumento pone a la criatura con una mirada que le decía en todas sus letras lo perezoso que podía ser su entrenador y luego miró su barriga.
-Oye, que sepas que no es por ser gordito. Soy de huesos anchos.- Ambos se quedaron callados viéndose el uno al otro y unas cuantas risas salieron de ellos al unisono.
-¿Sabes?- Mientras seguían caminando y la llovizna poco a poco cesaba William continua platicando con Charmander quien lo miraba mientras caminaba a su lado. -Cuando Gara me dijo cuantos pokemon tenía atrapado pensé en que quizá eran muchos pokemon y era genial.-
Charmander, buscando comprender su punto inclina su cabeza.
-Pero, he decidido que más allá de completar la pokedex atrapando los pokemon, tengo la intención de encontrar buenos amigos durante nuestros viajes.- Gruñendo de la emoción, el pokemon de fuego le transmitía la aprobación a tan espectacular idea.
La lluvia por fin se había calmado, las nubes perdían obscuridad y poco a poco se sentía el fin de aquella lluvia, William y Charmander caminaron un y platicaron por un largo rato, como unos amigos de toda la vida ambos lograban entenderse, a pesar de que uno era una criatura que no decía ninguna palabra, William sentía que era capaz de oír su voz. Ambos se detuvieron para contemplar como las nubes se iban disipando en el cielo, y así como al final de la lluvia viene el arco iris. Nuestro héroe y su compañero Charmander vieron un hermoso arco iris de varios colores, en todo su divino esplendor.
-Char, ¿Ves eso?- Con una sonrisa ambos compañeros se miran el uno al otro con una sonrisa, hasta que un graznido les habla a los dos, volviendo a ver el cielo una gran y hermosa criatura pasó frente a ellos, surcando el cielo dejando detrás un rastro de brillo que solo hacia destacar lo majestuoso que ya era, William y Charmander quedaron sorprendidos.
-¿Que es eso?- Rápidamente nuestro héroe saca su pokedex y al capturar la imagen del pokemon que se iba alejando, William mira a Charmander pensando en que esta era la oportunidad única de atrapar su primer pokemon. -Vamos Char-
Comenzando a correr, ambos subieron a toda prisa la colina y en dirección que tomaba el pokemon alejándose, el camino para ellos acababa en un barranco dónde solo podía verse el sol salir entre las nubes. Mirando su pokedex William se percata de algo totalmente increíble.
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Maestro Pokemon
AdventureEsta historia es una versión muy alterna de su original. Mi versión de como sería Pokemon si su servidor fuese el protagonista de la historia. William Oeda, un joven de diez años decide iniciar su aventura como entrenador pokemon, dónde grandes ave...