Aquel baile de mascaras.

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Antes que nada, tomaré un lugar en la historia c: por si es spoiler estar avisados y espero no hacer mal.
Esta historia toma lugar durante el baile de máscaras, y el personaje al que he elegido es Lafayette. El momento que tome, lo edite un poco para que fluyera la historia, pero nada mas c:

Aquella noche todo relucía, las velas avivababan el brillo de los candelabros creando luces de colores y la decoración me hacía recordar a un cuento de hadas, no se si era porque por un momento pese a todas las presiones que recientemente estaban sobre mis hombros, podría disfrutar de un baile o si era porque con esta máscara, podía sentir que dejaba por un minuto de ser María y era yo misma de nuevo.

Había invitado a Lafayette a que asistiera, aún que al final creo que fue en contra de su voluntad y me preguntaba si lo podría encontrar. Deambulando por el salón, maravillándome de todo y disfrutando de la noche, al fin divisé una silueta a simple vista fría y seria, no había duda de quién se trataba. Me acerque a él y en ningún momento me reconoció, pero yo estaba segura de que era Lafayette, me mencionaba con respeto y cariño como la dama a quien conocía y se parecía a mi, en especial para asegurar que fue esa dama quien le hizo ir al baile.

Pasó el tiempo volando, bailamos durante toda la velada hasta que las velas empezaron a apagarse y el baile terminaba. Había sido tan divertido y emocionante pasar un tiempo tan cercano con Lafayette que no me di cuenta cuando terminó, él se dirigió a mí, y podía notar que también sentía un poco de vergüenza por lo tarde que era, lo notaba nervioso, ansioso, desviando su mirada de la mía, buscando las palabras. Tardó un poco antes de al fin hablar y de forma política, lamentando que su pregunta pudiera importunarme o ser atrevida, (después de todo era un baile de máscaras) pregunto
- ¿sería tan amable de decirme su nombre mi señora?
- Lu... Lucy - casi sin pensarlo pronuncie mi verdadero nombre, no el de maria.
- Lucy... tan bello, lo recordaré eternamente. - su voz tan suave, me enamoraba la forma que mi nombre sonaba en sus labios. Tan cálidos - puede llamarme Gilbert.
- Gilbert... - Al menos hasta ese momento no recordaba haber escuchado su nombre, tanto tiempo llamándole Marqués de Lafayette. Su nombre era tan curioso, en él podía oír al hombre que esta noche conocí, no al guardia real, ni al soldado o el héroe, era solo... - Gilber.- pronuncié varias veces y parecía llenarse de alegría.
-mi señora, Lucy...¿Puedo pedirle también su dirección?, podríamos ir de excursión un día -
Esa, su manera tan peculiar y formal de pedirme vernos nuevamente me hizo sonreír, pero la bruma no tardó en aparecer en mi rostro y llenar mi mente. ¿como podría?, ¿le daría la dirección a los aposentos de la reina?, no quería ni pensar en cómo reaccionaría de saberlo.
Quise huir, sin dar una sola palabra en respuesta, mis pies se movían solos y estaban por dar un paso hacia atrás, cuando su mano sostuvo la mía. Su mano era un poco áspera, aunque suave, cálida y vacilante, no tardó en apartarla y quedarse en silencio. Ya se han apagado algunas velas y la oscuridad se hace más y más presente.
- yo... - mis pies estaban ahora firmes, ya no quería escapar, yo tampoco quería dejarlo ir. - no puedo... - solo un vistazo a sus ojos antes de apartar mi mirada basto para ver una inmensa tristeza y desilusión en ellos. - No puedo daros mi dirección, pero tampoco quiero olvidaros. - Tome su mano, la misma que había escapado. - Veame mañana, en el río sena, a las 11 de la noche, cuando todos yacen dormidos y la luna vela por los amantes. En las orillas cercanas al castillo celle - Esperaba se llamase así en esta época, pues era el único punto de aquel inmenso río más cercano a versalles.
Solté su mano y me fui desapareciendo junto con los últimos invitados detrás de las puertas del gran salón. Antes de irme y asegurándome que no me pudiera seguir, podría jurar haber visto esperanza y calidez en su rostro.

Volviendo al fin a mi habitación, mi corazón sentía tantas cosas, podía sentir culpa, miedo, conflicto, esperanza, ilusión... amor, no sabía aún cómo, pero la reina se escaparía mañana al anochecer y nadie debía darse cuenta.

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⏰ Última actualización: Jan 09, 2021 ⏰

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