Las apariencias engañan
Kim Taehyung, un ángel, chico perfecto a los ojos de sus padres y maestros,
cualquier adulto básicamente.
Pero es todo lo contrario con sus amigos, sobre todo con su novio.
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⊡ Pareja Gay
⊡ Omegaverse
⊡ Algo de drama ba...
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Después de convencer a Jungkook de una manera bastante..especial, terminaron yendo a la fiesta.
Taehyung, para su mala suerte, tiene una baja tolerancia al alcohol, esto le importa? no! por lo que las veces que han salido a fiestas terminaba más ebrio que señor despechado en cantinas. En su defensa se dejaba llevar porque Jungkook estaba ahí, el lo cuidaba y se encargaba de regresarlo sano y salvo a casa, el lo protegía, era su ángel guardian.
Por parte del mayor, el no bebía tanto, a parte de no gustarle mucho sabía cómo era Tae.
Volviendo al presente, se salió un poco de control, sólo un poco.
Jungkook se distrajo hablando con sus amigos, entre ellos el anfitrión de la fiesta Channie Hyung, yno se dio cuenta de que el castaño no estaba a su lado.
10, 20, 30 minutos pasaron y para este punto en menor se encontraba hasta las chanclas bailando con un completo desconocido el cual tenía en mente cosas bastante sucias con el.
Y tu te estarás preguntando que demonios pasa por la mente de Taehyung?! bueno, aquí una imagen:
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Como no piensa con una pisca de claridad al ir a buscar a Jungkook para volver a casa su sistema, literalmente, se apagó, este tipo cuyo nombre no sabemos lo encontró y ahora aquí estamos.
Pero quiere irse, los brazos en los que está no le son familiares, no le gustan, no son los de su Jungkook.
Entre empujones por parte de Tae y el sujeto tratando de pegarlo a su cuerpo el castaño se desesperó y comenzó a gritarle
— ¡Suéltame imbécil!
El hombre frente a el tenía una estúpida sonrisa pues este de verdad creía poder llevarse a Taehyung a su cama.
— Vamos pequeño, sabes que también quieres — Mientras decía esto e intentaba con sus sucias manos tocar más del cuerpo del menor el vio su momento de actuar y escapar.
— Ni en tus malditos sueños de enfermo querría acostarme contigo — Le susurró y a la vez dándole un fuerte rodillazo, si, en las bolas.
