Tengo dos milenios de vida, yo de buena persona vengo a ayudar a un viejo amigo, y ¿Con que me encuentro? Con un cambiaformas adolescente que se imprime de mi, ¿Genial no? es increible la suerte que tengo, prácticamente ¡soy una asaltacunas!
Es todo el camino fui en la eapalda del lobo de Seth, que iba muy contento.
Seth y yo llegamos a una casita en el bosque, era muy mona.
Escuche voces dentro,eran los metamorfos.
Las voces sesaron, asiendome saber que los metamorfos sabían que ya había llegado.
-Vamos-susurro Seth.
Entramos a la casa haciendo que todas las miradas recayeran en nosotros.
-Hola-dije soltando el silencio que se había formado.
-Sabrina te quiero presentar a los chicos-dijo Seth-El es Sam-dijo señalando a un hombre serio, alto y con aura de poder.
Era el Alfa.
-Ella es Emily, su prometida-dijo señalando a una chica muy bonita que tenía una cicatriz en la mitad su cara.
-Mucho gusto-dije sería, hace unos años la vida me había enseñado a ser muy desconfiada.
Solo con Carlisle y Seth me mostraba mas suelta y sonriente.
-Y ellos son paul y su novia Rachel,bJared, Embry, Collin, a Jacob y Reneesme ya conoces-dijo señalando a los ultimos.
Renesme ya precia una niña de 14 años.
-Y ella es Leah mi hermana-dijo señalando a una chica alta y sería.
En cuanto la vi una visión me vino.
Era Leah con un chico, se había imprimido.
La sorpresa fue cuando el chico se dio la vuelta, era Mark... Mi hermano.
Volvi en mi y vi como todos me miraban atentos, le sonreí a Leah, ella era la que haría feliz a mi hermano.
Ella me quedó viendo confusa pero yo le seguía sonriendo.
-Gracias-le dije a Leah, confundiendo mas a todos.
Había visto a mi hermano con un brillo de ojos que no le había visto nunca y cariñoso y el solo lo era conmigo pero me alegraba que el fuera feliz y encontrase a su alma gemela.
Pronto... Muy pronto.
-Comemos-dijo Emily.
Asenti.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me había olvidado de lo mucho que comían los metamorfos, eran pozos sin fondo.
Despues de estar un tiempo con la manada, Seth me llevo a pasear a la playa.
Estabamos los dos caminando descalzos por la playa en un silencio comodo.
Sin ninguna vergüenza entrelaze mis manos con la de Seth.
Escuche como su corazón se aceleraba, iba muy rápido, me daba miedo que le diera un paro cardíaco por lo rapido que iba.
-Estas bien-pregunte divertida.
-S-Si-balbuceo.
Me daba gracia que aun pasando tiempo juntos todavía se ponía nervioso y sonrojado.
