01. Día cero. (Parte uno)

253 55 12
                                    

01: Día cero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

01: Día cero.

En una íntima habitación de Seúl, una pareja recién comprometida dormía apaciblemente. Los brazos del mayor envolvían al amado, aferrándose a él incluso en el sueño, anhelando su cercanía. La tenue luz matutina se filtraba por las cortinas, acariciando con suavidad el rostro de Jungkook.

Apenas eran las diez de la mañana cuando el teléfono de uno de los jóvenes sonó, sacando de su letargo al dueño del dispositivo. Jungkook vislumbró el nombre en la pantalla antes de responder con cierta pereza.

—  ¿Qué ocurre, Taehyung? — Su voz ronca y adormilada denotaba el cansancio que aún lo envolvía.

— Lo siento, Kook. He estado intentando comunicarme con Park, pero no responde su maldito teléfono. — Si Jeon no conociera al chico, podría haber interpretado su tono como molesto. Tras años de amistad, sabía que su voz siempre tenía ese matiz.—  ¿Para qué tiene un teléfono si no va a contestar? Maldición... Me levanté temprano solo por él y ni siquiera se digna a ver mis mensajes.

— Anoche regresamos de la casa de mis padres. Apagó su teléfono allí, debió olvidarse de encenderlo. — El viaje a su ciudad natal era agotador; siempre que iban terminaban exhaustos, olvidando todo lo que no fuera su cama.—  ¿Necesitas que le diga algo? Todavía está durmiendo, puedo decirle que te llame en cuanto se levante.

— ¡¿Todavía está durmiendo?! Voy a matarlo en cuanto lo vea. —Tras sus palabras se escucharon insultos, probablemente dirigidos al chico que dormía plácidamente a su lado.—  Kook, despierta a ese irresponsable. Habíamos quedado en encontrarnos en una cafetería para resolver algunas cosas. Él dijo que eran importantes.

— Debió olvidarlo... Lo despertaré, Tae. — Se escuchó un agradecimiento del otro lado de la línea. Alejó el teléfono de su oído para terminar la llamada.

El menor observó a su prometido con una sonrisa al recordar que pronto serían esposos. Nadie más que ellos había creído en su relación. Muchos pensaban que era pasajera, un capricho juvenil. Incluso Jungkook había llegado a dudarlo, pero después de diez años juntos, estaban seguros de su amor. Aunque persistían dudas en la mente de Jimin sobre su futuro, como qué pasaría con su matrimonio si aparecía su alma gemela, estaba listo para dar el siguiente paso junto a su amado.

Se acercó a Park y con ternura acarició su cabello oscuro. Sus labios delgados comenzaron a repartir besos en el rostro del joven.

— Buenos días, cariño. — Habló con dulzura al ver cómo el muchacho empezaba a despertarse.—  ¿Dormiste bien? — La pregunta brotó cuando los ojos del muchacho comenzaron a abrirse. Su mano se deslizó desde el cabello ajeno hasta su espalda, recibiendo un pequeño gemido de satisfacción, demostrando su placer ante el mimo.

(No) Quiero tener una alma gemela | kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora