Un Día Lluvioso

Mojado

Mi quirk me da la habilidad para cambiar el clima, en verdad es un quirk muy útil. ¿Se me olvidó el paraguas? No hay problema, día soleado ¿Se me olvidó el suéter? no pasa nada, va a seguir soleado ¿Olvidé mi tarea? Ha! Día torrencialmente lluvioso y puedo usar la excusa de que se mojó mi tarea, en verdad es un quirk muy útil.

Lo malo de esto es que los demás a mi alrededor también lo sabían y cuando el clima cambiaba sin previo aviso me odiaban, pero hey, no siempre era mi culpa, el clima de por sí es impredecible, no me pueden echar la culpa de eso siempre, hay muchas ocasiones en las que los del pronóstico del tiempo se equivocan no solo en mi ciudad.

No pueden pasarse la vida odiándome solo porque esperan que las cosas salgan como quieren siempre, tampoco tienen por qué esconder mis cuadernos o mis libros ¿Habré perdido mi lápiz? No, seguramente fueron los de mi grupo de nuevo, que suerte que encontré uno tirado, por lo menos puedo tomar apuntes con eso.

En fin, así es mi vida, a veces se gana y a veces se pierde. Yo no sé por qué los demás se molestan tanto conmigo, en realidad les convendría mucho ser mis amigos, como a mi mejor amiga ¿Quieres un día soleado en tu cumpleaños? Lo tienes ¿Estás triste y quieres que el mundo esté triste contigo? Día lluvioso será ¿Quieres que haga calor para usar tu vestido favorito de verano? Yo encantada de que te veas bien bonita ¿Tienes una nueva bufanda que no puedes esperar a usar? No te preocupes, tú póntela porque yo me encargo de bajar la temperatura.

La escuela era bastante permisiva con el uso de quirks dentro de las instalaciones, mientras no se viera muy obvio y no causaras ningún problema no te decían nada por usar tus poderes, esa era otra de las cosas que me gustaban de la U.A.

Pero como toda cosa buena, también tenía su lado malo, y esa cosa mala tenía nombre y apellido: Neito Monoma. Ese maldito bastardo rubio siempre significaba un mal día cuando se lo encontraba, maldito perro desdeñoso.

Debía de admitir que no siempre fue así, antes lo encontraba  más agradable y siempre ponía una sonrisa en su rostro incluso cuando mis compañeros se habían propasado mucho en el bullying. Lo que me gustaba de ese tipo eran sus insultos, los encontraba graciosos, en especial porque iban directo al punto en donde hacían enojar su contrincante.

Siempre terminaba riendo a carcajadas cuando recordaba las peleas verbales en donde él siempre terminaba ganando, o cuando estaba insultando a alguien de la clase 1-A y su compañera le daba un golpe en el cuello para noquearlo y luego arrastrarlo lejos. Era simplemente muy gracioso.

Pero nada podía ir bien en mi vida más de tres días seguidos, así que un día que me reí particularmente fuerte de los insultos de Monoma, él se fijó en mi y yo salí corriendo. Desde entonces su reto personal es robar mi quirk para averiguar qué es o algo así porque siempre me persigue y a mi no me gusta que me pongan las manos encima.

Hoy encontré una nota en mi casillero, casi pude adivinar el remitente sin leer el nombre por la elegante letra y la diarrea verbal que contenía la carta. En resumen, era de Monoma, mi atormentador del último mes, y quería que le hiciera un favor a cambio de un trato. De alguna manera él ya se había enterado de mi quirk, porque quería que hiciera llover en un lugar y a una hora en específico y a cambio me iba a dejar de perseguir por una semana entera.

Una semana sin que me molestara, sin tener que tener la guardia alta en los pasillos para huir en cuanto lo veía, una semana sin tener que cansarme por estar tomando caminos más largos para tener la seguridad de que nuestros caminos no se cruzaban... una semana era muy poco tiempo, pero a estas alturas incluso tres días se sentían como la gloria, así que no dude en agarrar un papel y escribir: ¿Cómo quieres tu lluvia? en una nota que dejé en su casillero como respuesta.