CAPITULO TRES

2 0 0
                                    

Seguimos hablando le conté que hable de con mi papa pero no de que, ya habían terminado las clases pero me quede un momento más para preguntarle la profesora algo sobre la pintura que había que hacer para mañana, iba pasando por los baños cuando siento que me hagan hacia adentro.
Tu perra – me tiraron al suelo y la misma chica que vi discutiendo con Agustín esta mañana, me pateo el estómago con las suficiente fuerza para quitarme la respiración por unos segundos –     ¡tú estúpida de mierda!  -note como algo líquido caía por mi cabeza en dos ocasiones –
Hay que darle un poco de color a tu vida – se rio unas de las chicas con dos cubos de pintura rosada y roja empezó a gotear de mi cabeza manchando el suelo.
No vuelvas a acércate a Agustín, ni a ningún chico de esta universidad –dijo ex de Agustín  con rabia dándome otra patada en el estómago. Me lleve de nuevo las manos a la parte golpeada.
Bien, marchémonos –dijo unas de las chicas mirando el móvil. Estas se marcharon dejándome sola.
Me pare a duras penas aun abrazándome el estómago. Me apoye en el lavamanos y me mire en espejo unos segundos. Mi cabello y cara estaban cubiertos de pintura, por lo que me intente quitar sin suerte. Mis ojos se llenaron de lagrimas, cerré los ojos tragándome las ganas de llorar y gritar con todas mis fuerza, estaba decidida a salir aunque me verían todo, aunque tampoco me importaba, seguramente ya lo sabrá toda la universidad.
Recogí mi mochila del suelo y n me la colgué sin ánimos al hombro. Salí de allí encontrándome con algunos alumnos que se empezaron a reír y hacer fotos y videos. Baje la cabeza y Salí al exterior sintiendo miradas. Un gran día, sin duda….

Al  salir al exterior ignore a las personas que se reían a carcajadas de mí. Al dirigirme a la salida vi un coche negro con un chico dándome la espalda y un grupo de chicos a su alrededor, me acerque más a la salida, peros todos se empezaron a reír al verme, empezaron hacer fotos. El chico giro, era Agustín.
Al verlo reírse, también de mí, no aguante las lágrimas. Su sonrisa poco a poco fue borrando cuando se dio cuenta que era yo. Antes de hacer más el ridículo y me marche rápidamente de allí.                                                                         La gente me miraba extrañada, por lo que baje la mirada apretando la correa de mi mochila con fuerza.
¡Oye! –Seguí caminando hasta la parada de autobuses – Heidy – Agustín se puso enfrente de mi justo cuando llegaba el bus.
Tengo que irme….. –susurre bajando la cabeza impidiendo ver sus hermosos ojos verdes.
Si, vale, pero…-dudo unos segundos, por lo que lo mire, viendo que me miraba en silencio.
¿Por qué has venido? –pregunte viendo como el bus se iba sin mí.-
Quería hacer como estaba y que había pasado –me observo en silencio y siguió hablando- en este poco tiempo de has vuelto especial para mí.
Bueno saberlo –susurre sentándome en uno de los asientos de la parada –
¿Por qué estas cubierta de pintura? –pregunto Agustín posicionándose frente de mí.
Por nada…-apreté con fuerza las manos en mi regazo. Tenía ganas de llorar.
Este me miro en silencio y se marcho sin decir nada. Apoye los codos en mis rodillas y oculte mi cara entre mis las manos dejando que alguna lagrimas saliera. Senti una presencia frente de mí, por lo que mire al sujeto, sorprendiéndome.
Vamos, te llevo a casa – apunto a su coche que estaba un metro-
Iré en autobús, gracias igualmente – le sonreí tristemente –
Por favor – me rogo –
Te manchare el coche –este se encogió de hombros-
Me compro otro – este me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera. Suspire y lo seguí-
Abrí la puerta del copiloto y me senté cerrando la puerta con cuidado. Le dije donde vivía y lo demás del camino solo hubo silencio, llegamos y le hice un gesto con la cabeza para que entrara.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 08, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Me enamore de ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora