capítulo 1

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No todo el mundo tiene derechos humanos en este mundo, o por lo menos en mi mundo, desde que en nuestra sociedad está inculcado la "necesidad" de estas estúpidas mascaras, ya nada es igual. De hecho, había reinvindicadores de que las mascaras nos pudrian y ocultaban, pero lo curioso es que ni aquellos manifestantes eran lo suficientemente valiente como para quitarse las mascaras...

-¡Auraaa!, baja ya o mamá nos va a matar, y déjate de tus rollos imaginarios de cambiar el mundo- dice mi hermana desde abajo de las escaleras, haciendo que retumbe su voz por los pasillos.-¡Ya voy pesada! Me estoy cambiando-. Justo salí de mi casa con la mochila a mis espaldas acompañada de mi hermana, ella va a la universidad y yo al instituto, nada nuevo, supongo.
Mi hermana tiene una máscara muy peculiar, en vez de llevar la típica máscara de estereotipo blanca, ella llevaba una roja con brillos dorados. Hoy la llevaba seria, sin expresiones, aunque ella por dentro estuviera llena de emociones. En cuanto a mi, llevaba una máscara blanca con una sonrisa de oreja a oreja, un poco siniestra, pero me gustaba.

Me dirigía al instituto como otro día normal, esos días aburridos y desesperantes que parecían eternidades para volver a casa. -Mira, hai va la asquerosa de Aura, chicas no la toquéis, da asco- dice Lilit, una chica bastante atenta a clases pero con cerebro hueco. Procedo a sentarme con un suspiro de acompañamiento y saco las cosas de clase. Todavía no a venido la profesora cuando...-¡eeeh! Niñata de mierda, ¿tienes ganas de pelea?- me dice Lilit frente mi pupitre. Mi actitud, como la de todos los días, es ignorar a esta mientras saco el material sin ánimos.-¿Acaso me estas ignorando? ¡vamos cobarde!- en ese momento, siento como mi rabia recorre por todas mis venas hasta llegar a mi conciencia. Me levanto de la silla apoyando mis manos en la mesa -Mira Lilit, estoy harta de tus insultos y de tus malditas bromas- esta, da la vuelta a la mesa hasta llegar a mi. En ese momento no era consciente de lo que había soltado por mí boca y por esto me propina un puñetazo dejándome casi inconsciente en el suelo haciendo una pequeña grieta en la máscara.-estupida niña, no te quiero volver a ver-. En ese momento llaman a la profesora y nos ve a Lilit y a mi peleandonos, no sirvió de nada, por que me enviaron a la sala del director con mucha furia, quería explotar, ya nada era normal en este instituto.

-¿por qué lo has hecho Aura? Eres una de mis mejores estudiantes- lo decía la directora, con una máscara con una sonrisa y mejillas rojas gravadas en esta.
-ha sido ella, yo solo le dije que me dejara en paz- dije con lágrima en los ojos.-Me temo que te tengo que poner una amonestación Aura, ¿sabes el daño que has causado?. No podía, no podía más, me derrumbe, salí del despacho más rápido que pude y salí al patio. Era imposible que me viese lo mal que estaba, no veía mi cara de pena, mis mejillas empapadas con lágrimas, mis sentimientos rotos, todo por culpa de esta máscara, estúpida e insignificante.

Volví a casa, con una máscara rota, un ojo amoratado y con sangre seca en la nariz, claro está, que nadie me podría ver, pero si todo el mundo se me quedaba mirando por mi máscara... hecha una mierda.

-¡AURA! ¿¡QUE TE HA PASADO!?- Decía mi madre, sin máscara que le tapase la cara, preocupada.-Si mamaaa, estoy bien- en ese momento, corri hacia mi cuarto y cerré la puerta. Me quite la estúpida máscara y después tuve una discusión con mi madre. Y supongo, o ya bien pronto, vendrá tiempos mejores...o eso creo.

Detrás de las mascaras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora