Parte 1 EL COMIENZO

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Free Friendship of Love / Amistad libre de amor 

                                          Prefacio

El doctor Alejandro abrió por la fuerza los párpados de Daniela, y con la lamparita alumbró su pupila. Ésta reaccionó con total normalidad, y al ver esto, pronunció:

 -No hay señales de traumatismo- dijo, al tiempo que apartaba la lamparita y la guardaba en su bata.

-Claro que no- irrumpió Daniela con un tono burlón-, ni que me hubieran violado.

La enfermera y el doctor oían incómodamente aquel chiste mientras Daniela se reía quedita en la cama de su habitación en el Hospital Los Ángeles.

 -Tengo una sensación extraña en el estómago- mencionó.

-¿Tienes dolor?- preguntó preocupado el doctor.

-Es más bien como un vacío- respondió Daniela con una sonrisa traviesa. El doctor se apartó         indignado y le ordenó a la enfermera que trajera comida para la paciente. Salió de la habitación con la tabla de registro en mano.

-Se llama “hambre”- dijo el hombre.

-Lo sé, ¿usted no tiene hambre?- su sonrisa se amplió más.

 -No, Daniela, no tengo hambre. Almorcé antes de…

-¿Qué?- interrumpió extrañada.

-Dije que almorcé antes de…

 -No- de nueva cuenta interrumpió- ¿Daniela? ¿Qué clase de estúpido nombre es ese?

-Es tú estúpido nom…- el doctor notó que algo no andaba bien con la memoria de Daniela. Para cerciorarse de que todo estuviera bien, preguntó-… olvídalo. ¿Tienes novio?

-No quiero nada con usted- dijo haciendo un gesto de desagrado.

El doctor puso los ojos en blanco y repitió su pregunta.

-No lo sé… ¿Tengo novio? Dígame si tengo… ¿es lindo?

-Daniela, ¿qué edad tienes?- inquirió el doctor.

-Yo… ¿dieciséis? No, aguarde, ¿trece? ¿Ocho? ¿Veinticuatro?

-Deja de jugar- el doctor se ponía más preocupado.

-No lo sé.

-¿Tienes hermanos o hermanas?

-No… no lo sé- Daniela comenzaba a preocuparse también.

El doctor se dirigió cabizbajo hacia la puerta. Hizo un último intento.
-¿Sabes por qué llegaste aquí?- dijo con lo último de esperanza que le quedaba.

-No, doctor- finalizó-. No lo sé.
El médico abrió la puerta y llamó a la enfermera.

*****

-Abre la boca y di “ah”.

-¿Ah?

-Ábrela un poco más, muchacho.

-¡Ah!

Ángel era la clase de personas que no disfruta que un ajeno revise el interior de su cuerpo. La doctora Evaena terminó de revisar sus anginas y tiró el abate lenguas. Se sentó en la orilla de la cama de Ángel y empezó su diagnóstico.

-A ver, Ángel. Ése es tu nombre.

-¿Soy un Ángel?

-No- respondió la doctora-. Sé tu nombre porque mi hija te llevó hace dos meses a nuestra casa. Yo te atendí cuando te desmayaste.

-¿Ah, sí?- Ángel respondía vagamente, sin comprender nada-. ¿Cómo se llama su hija?

-Ángela.
El muchacho soltó una risita burlona

-Explíqueme qué me pasó- la doctora se sorprendió un poco al ver un entusiasmo natural, a pesar de que el muchacho “estaba reiniciado”.

Se sentó correctamente y comenzó:
-Hace aproximadamente tres semanas, ingresaste a este hospital en estado crítico. Junto a una chica, que imagino es tu novia, los llevaron directamente al quirófano, pues tuvieron un accidente automovilístico donde tú te dislocaste una vértebra del cuello y ella tuvo una fractura del cráneo muy cerca de la nuca. Ambos venían con múltiples contusiones. Luego de seis horas de operación, logramos estabilizarlos, pero como los golpes afectaron la región del cerebelo… digamos que interrumpió algunas señales y los dejó en coma.

-Cielos- Ángel se incorporó para seguir escuchando su accidente.

-Como ni tú ni tu amiga salían del coma, pensamos que se habían vuelto vegetales. Estábamos a punto de desconectarlos cuando tú murmuraste algo. Eso hizo que les hiciéramos nuevos estudios donde descubrimos que estaban inconscientes, pero no por ello en coma. Estaban más que nada agotados y aún tienen una pérdida del conocimiento. Justo ayer por la tarde, tú y tu “amiga” despertaron, cuando a ambos les iban a dar un baño de esponja.

Ángel escuchó todo atentamente y preguntó:
-La pérdida, ¿es temporal o permanente?

-No podemos decirlo. Tú y tu amiga deben permanecer el resto de la semana en recuperación antes de que puedan irse del hospital. ¿Algo más?

-Sí, ¿puede quitarme el suero? Quiero comer algo físico, y disfrutarlo.
La doctora asintió con una ligera sonrisa y salió de la habitación.

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⏰ Última actualización: May 18, 2016 ⏰

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