Me sorprendió que volviera a pasar.
Sus labios y los míos se unían a la perfección, como si hubieran sido creados para estar juntos.
No me quería separar de él, pero necesitábamos respirar.
"Me gustas y mucho. No sé en que momento pasó, pero no puedo dejar de pensar en ti y quiero estar a tu lado las 24 horas del día."
No me podía creer que me estuviera diciendo eso.
Lágrimas caían de mis ojos y no eran de tristeza.