Mis lágrimas se derramaban por mi rostro, llegaban a mi mejilla y me empapaban el pecho, estaba triste, con sentimientos de culpa; de pronto recordé que vivo en el 7 piso, me dije “quiero morir”, “voy a morir”, me asome al balcón y mire la ciudad, a las personas y su felicidad, su tranquilidad de vivir su vida.
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Me sentí peor, incapaz de acabar con mi vida de esa manera, estaba llorando, no podía soportar que me haya dejado, yo lo amo. Arregle mis cosas, calenté el auto, y me fui a casa de mi madre, con el propósito de que me consolara, casi al llegar acelere, lo hice hasta el tope, me sentí libre y pude recordar mi vida a la perfección.
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Recordé todo, sucesos que me marcaron como persona, como cuando hice mi primera tesis, cuando me lance a la cascada, mis 15 años, cuando lo conocí, la primera cita, cuando nos dimos el primer beso, cuando me pidió la mano. Recordé momentos de los que ya no tenía recuerdos.
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