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Eres el amor de mi vida.

Hoseok tembló con el cartelito entre sus manos, el aeropuerto estaba lleno de gente, y si no fuera por su musculatura, seguramente su figura se perdería entre el montón, estaba a pocos metros de la llegada internacional del aeropuerto Incheon, con las manos heladas de los nervios y los ojos cristalinos. El tiempo se hacía más largo, el minuto se le convirtió en hora, y aquella hora, tal vez se sintió como un sexenio, quizás más, quizás menos.

Hyungwonnie, bienvenido a casa.

Decía el cartón entre sus pálidas manos, sus piernas a penas temblaron cuando en la pantalla apareció el vuelo que esperaba, el vuelo con la persona correcta, que traía consigo un precioso jovencito de gran altura, complexión delgada y cabellera oscura y larga.

Hoseok sonrió entre sus nervios, recordando la última vez que tuvo a su pareja entre sus brazos, Hyungwon tenía la nariz roja y mocosa, los ojos llenos de lágrimas y las mejillas carmín gracias a las lágrimas que el momento ameritaba, recordaba tan bien ese primero de enero, después de pasar año nuevo junto a él, un hasta luego y un cariñoso beso, un beso que se había convertido en fantasma y que estaba ahí cada vez que lo recordaba, ya habían pasado dos años desde que el alto fue requerido por una grandiosa universidad ubicada en Italia. No tuvo más opción que dejarlo volar con la condición de que no se enamorara de un italiano guapo que pudiera robar su corazón a base de pasta.

En su mundo, recorriendo cada recuerdo, encontró la vez que se conocieron en una cafetería común, encontró su primer beso y sonrió como tonto, encontró las palabras de sus amigos y sus padres, que juraban que no iban a durar juntos ni un año, rió levemente, ya iban para cuatro años juntos. Aquellos bellos recuerdos que enmarcaba en oro en su profundo corazón, le calmaban un poco. Sus piernas seguían temblando y no por el frío, estaba con el alma en la mano y de pronto pudo jurar que podía jugar con una versión física hecha de puros nervios.

En su tiempo, que era tan relativo como el universo, esperó lo que creyó sentir como horas, cuando por fin vió aquella figura esbelta pasar por la gran puerta de vidrio, se quedó estático con una sonrisa en el rostro, Hyungwon lo buscaba con la mirada entre toda la gente, adoptando un puchero en sus gruesos y preciosos labios escarlata al no encontrarle. Caminó dos o quizá seis pasos, abriéndose paso entre la gente, quedando rodeado de personas que esperaban otras presencias, estando ahí, al frente de todo el grupo, incluso pasando la cinta de seguridad, Chae se dió la vuelta y lo encontró.

Sus ojos se conectaron, sintiendo aquella chispa que los había conectado al otro, aquella que muchos deciden llamar click, Hoseok trató de hablar, pero no pudo ante la ola de emociones que lo golpeó.

Sus lágrimas se escaparon de sus cuencas, bajando por sus mejillas rapidamente, ni siquiera intentó limpiarlas, su corazón experimentaba una fuerte invasión de alegría y amor puro, y a su vez, sus brazos se levantaron para recibir al otro entre ellos.

Hyungwon dejó que su maleta cayera al piso y se lanzó a aquellos musculosos brazos que había extrañado, lo abrazó con fuerza mientras enterraba su rostro en el cuello de el más bajo, oliendo la colonia de Hoseok, aquel aroma que tanto tenía presente en su tiempo lejos.

Te extrañé tanto...ㅡ Murmuró Lee, apretando su ligero cuerpo entre el abrazo, el de cabello oscuro dejó su cuello para mirarlo a los ojos,admirando lo brillosos y aguados que se veían los orbes oscuros de su mayor, lloriqueó repentinamente, las lágrimas parecían ser empujadas desde su corazón al estar ahí, entre los brazos de su pareja después de tanto tiempo.

Yo también, Dios, no sé cómo pude vivir lejos de tí.ㅡ lloró acariciando las mejillas de Hoseok, sus largos y finos dedos acunaron las dos masitas de carne, desviando las lágrimas de este, las manos de el joven de cabello rubio seguían en la cintura del alto, como si se tratara de un soporte vital para no caer.ㅡ No llores más, Hoho, si tú lloras, yo también lo hago.ㅡ Sollozó.

𝘼𝘿𝙈𝙑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora