VERGIL 11

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Una de las primeras cosas que adquirió Vergil tras recuperar su vida, básicamente, fue una manta mullida que mantenía como el mayor secreto de su existencia. No podía explicar la seguridad y la paz que le hacía sentir esa manta, y tampoco lo intentó, ya que le hacía sentir como un niño patético. Pero cuando llegó a casa y vio a su novia con la televisión iluminando la habitación, envuelta como un burrito en su manta en el incómodo sofá de la sala, le dieron ganas de entrar al nido que ella había formado y abrazarla. Lo mejor de todo fue cuando se dio cuenta de que podía hacerlo.

Como seria DANTE, Como seria Vergil (X LECTORA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora