Ese día, cuando Louis Tomlinson entró a su casa, no le sorprendió ver a su novio estirado en el sofá, flojeando mientras pasaba los canales de televisión buscando algo que llamará su atención.
Tampoco le sorprendió que ni lo notara al llegar. Cuando Harry apenas podía darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.
-He llegado, gatito. -Pronunció justo detrás del sofá, haciendo que el rizado diera un bote del susto.
-¡Louis! Me has dado un susto de muerte. -Dice, ligeramente enojado por ello.
Louis lo besa, porque le gusta hacerlo. Y porque puede.
-Esa no es la forma de recibir a tu novio, gatito.
-Lo siento, amor. Pero de verdad me has asustado.
-Deberías prestar más atención a tu alrededor.
-Lo sé.- Dice, mientras rueda los ojos con un gesto divertido.- ¿Cómo te fue con el tucán?
Y Louis ríe, porque es divertido. Y Harry ríe también.
Después, Louis suspira.
-Me ha ido bien, por lo menos ya no insisten en que debemos parecer una pareja. Sólo debo interactuar a su alrededor.
-Eso es algo positivo, la verdad.
Entonces Louis acoge a Harry en sus brazos, porque ha sido un día más en donde tienen que esconderse y eso lo cabrea de verdad. Pero cuando llega el final del día y puede tener a Harry entre sus brazos, todo parece valer la pena.
Por su parte, Harry está cada vez más agobiado, ésta situación comienza a superarlo. Sin embargo, cuando Louis le abraza de esa forma que parece decir "todo estará bien", de verdad parece así.
Aunque hay algo comiéndole la cabeza.
-Lou. -Harry rompe el ameno silencio que comenzaba a formarse, el ruido que provoca la televisión ya olvidada de repente le llena los oídos.
-Dime, gatito.
-¿Eleanor te parece linda? -Pregunta tímidamente. Y Louis le mira fijamente un par de segundos, él sabe que Harry no es la persona con la autoestima más alta del mundo a pesar de parecer tan fuerte.
Louis ríe.
-¿Eleanor? ¡Pero sí es un tucán! Un día me sacará un ojo.
Eso hace reír a Harry. Y Louis de repente sabe qué hará lo que sea por ver reír al lindo chico de ojos verdes.
-No, pero ya en serio, Louis. -Harry insiste.
-Es en serio, bebé. No me parece bonita, indiferentemente de que me vayan los chicos.
-¡¿Chicos?! -Harry dramatiza, intentando salir del agarre de Louis sobre su cuerpo.
Louis lanza una gran carcajada y apretuja a Harry entre sus brazos.
-Era broma, a mí sólo me vas tú, gatito.
Y es en ese momento del día en que Louis comienza a acariciar el cabello de Harry, haciendo que él suelte un ronroneo al más puro estilo felino. Y se remueva lánguidamente entre los brazos que lo sujetan.
Y Louis sabe que Harry tiene esa extraña tendencia a volverse tan mimoso como un gato cuando le acarician el pelo.
Y Harry sabe que Louis sabe eso, y también sabe que Louis tiende a aprovecharse de eso. Y no le importa.
Porque cuando Louis y Harry terminan recostados en el sofá, uno al lado del otro, con Louis acariciando lánguida y tiernamente a Harry en el pelo y las mejillas, nada parece ser más importante que eso.
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El mundo no acabará con nosotros. ~Larry Stylinson. ~ OS.
General FictionEn donde Louis tiene una sorpresa para Harry.