Rumores [PokkoPikku / Porco x Pieck]

Capítulo 1: Status Quo

Disclaimer: Los personajes de Shingeki no Kyojin no me pertenecen, son propiedad de Hajime Isayama. Ésta historia sí es de mi autoría.

Advertencias: mención a discriminación.

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Capítulo 1: Status Quo

Los rumores sobre Pieck se habían esparcido tan rápido, que cuando llegaron a oídos de ella, al menos el 90 % de la Facultad ya los sabían.

Gracias a eso, había sido excluida completamente por sus compañeros del curso: Las mujeres ni se le acercaban, y los hombres, de vez en cuando, a hacerle propuestas indecorosas.

Incluso antes de que comiencen los rumores, la gente ya hablaba de ella; siempre había tenido que escuchar los comentarios groseros de las personas a su alrededor donde inferían que era una chica descuidada: Decían que el cabello lo llevaba "como si recién se levantara", y su cara parecía la de "una drogadicta en abstinencia", de paso, su color de piel "ayudaba a remarcar los rasgos feos de ella".

Pudo soportar todo eso, en realidad no le importaba lo que la gente decía, aún con todo, tenía las más altas calificaciones, sin embargo las cosas se salieron de control cuando una chica rubia descubrió una foto íntima de ella, y sin nada de escrúpulos, la enseñó a toda la Facultad, comenzando así su declive.

Con eso, los comentarios subieron de tono, y crearon una historia en base a todo lo que mencionaban sobre ella, la misma que culminaba en aquella foto en interiores.

—Así es, lo has captado muy bien, Porco. Aquella chica está metida en las drogas, ¿ya viste su cara? El consumo la ha dejado así, con los ojos caídos y ese semblante ido que carga— explicaba una chica rubia maquillada y con exceso de perfume—. Tenemos pruebas fehacientes de que, una vez ha consumido todo, empieza un desastre sexual, o sea, imagínate que alguien con esa cara y ése cuerpo te quiera follar. ¡Iuk, qué escalofriante!

Porco Galliard, de estatura mediana y cabello rubio, un novato en aquella Facultad. Apenas había pisado el establecimiento, un grupo de personas lo había reclutado diciendo que los nuevos debían enterarse del status quo.

Dentro de este grupo buscaban, más que todo, personas rubias, la mayoría de miembros tenían esta característica.

—Entonces, me tratas de decir que esa chica— revisó un papel que tenía en la mano, y leyó—, Pieck Finger, ¿es una drogadicta que me va a meter en ése mundo y al final va a querer follarme mientras estemos drogados?

—Suena estúpido, Porco, pero no sabes todos los problemas que acarrea la adicción. Pobre mujer, sólo mírala— indicó un rubio con lentes y barba tupida, alzando la mirada para señalar el lugar donde la aludida estaba sentada—. Pudo haber sido otra la historia de ella, además hay muchos testimonios de que también es una adicta al sexo, sobre todo la posición en cua-

—¡Es demasiada información, Zeke! Creo que Porco ya entendió— culminó viendo la cara sorprendida y confundida de Porco.

—Perdón. Bueno, ¿amigo, no? Bienvenido al Club de los Rubios. Con nosotros no hay nada que temer, somos la élite de toda la Facultad— concluyó Zeke.

—A partir de ahora gozarás los beneficios de ser uno de los nuestros.

Después de esa charla con todas esas personas rubias, la cabeza le dolía un poco. Pudo excusarse para sacárselos de encima y estar solo. Empezó a repasar mentalmente las cosas que le habían dicho: básicamente todos estaban podridos en dinero, de ahí que hayan monopolizado la Facultad, y se hayan autoproclamado la dichosa Élite.

A Porco no le terminaba de cuadrar por completo eso, pero al ser nuevo, no podía y no quería meterse en problemas con esa gente; parecían muy influyentes, y seguramente tenían contactos para todo.