Capítulo 1

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Traducción autorizada por:  handclaps

Versión original en inglés: https://archiveofourown.org/chapters/65330593

Créditos a los autores de las imágenes

***

Hay que admitir que no es del todo inusual que Wei Wuxian esté en problemas.

Ni siquiera es muy inusual que Wei Wuxian esté en problemas, en medio de la noche, aplastándose debajo de un arbusto para evitar ser detectado.

"Shh", dice, al paquete pequeño y cálido que sostiene. "Escucha, amigo, vas a tener que ser mucho más silencioso que esto, o no vamos a llegar a la casa de Lan Zhan y vas a terminar contribuyendo al cien por ciento a los esfuerzos de la industria del maquillaje para mantener las normas y valores patriarcales, ¿es eso lo que quieres?"

El conejo blanco parece ser un pequeño bebé chovinista, porque patea con maldad la camiseta de Wei Wuxian, raspando la piel de debajo.

Wei Wuxian reprime un gemido y mantiene el conejo en sus manos. Escucha.

Ya no oye a los guardias de seguridad, así que avanza sigilosamente hacia el interior del patio, siguiendo el contorno cuadrado de los arbustos decorativos. No recuerda si hay luces automáticas por aquí, pero puede encontrar la habitación de Lan Zhan a ciegas.

"Literalmente, te voy a cocinar", le dice al conejo, cuando éste lucha por escapar de nuevo. "Voy a robar una de las elegantes cacerolas de Lan Zhan, y te voy a hervir en ella, con romero, y- aquí estamos".

Se arrastra hacia la pared, acercando el conejo a sí mismo. Todavía está bien escondido entre unos arbustos, cuyas gruesas hojas verdes brillan a la luz de la luna. La hierba que hay debajo huele bien, a humedad, a noche. Da unos golpecitos en la ventana, el complicado ritmo que inventó especialmente para Lan Zhan, tal vez la cosa más caprichosa de la que lo haya convencido.

Hasta que vino a regalarle un conejo, considera. No importa.

Ya pasó la extraña hora de dormir de Lan Zhan, así que volvió a tocar el ritmo.

Cree oír movimiento, y entonces - gracias a Dios - la ventana se abre.

"Wei Ying".

"Sí", sisea. "¿No hay moros en la costa?"

Silencio. Wei Wuxian supone que quizá podría haberse expresado de forma más concreta, y también menos como si estuviera en una película de espías.

"Quiero decir, ¿puedo entrar?"

"Sí", dice la voz de Lan Zhan. Lan Zhan siempre dice que sí. Incluso cuando no debería. Lan Zhan es demasiado bueno para este mundo.

"Okey, pero tengo un invitado", dice Wei Wuxian, y se levanta lentamente, con la cabeza sobre el alféizar de la ventana. Casi choca con el pecho de Lan Zhan, fuerte y delgado con su pijama de rayas azules estúpidamente bonito.

"Wei Ying", dice Lan Zhan. Su rostro es aprensivo, lo cual, de nuevo: medianoche, Wei Wuxian en problemas, Lan Zhan con aspecto preocupado, no es tan inusual.

"¿Me dejas entrar?" Wei Wuxian dice, y se baja la cremallera de la capucha lo suficiente como para mostrar a Lan Zhan un mechón de pelo blanco.

Lan Zhan se apresura a retroceder y hace un gesto a Wei Wuxian para que se acerque a su cama, situada bajo el alféizar de la ventana.

"Él primero", dice Wei Wuxian, y tantea su sudadera en busca de lo que, con suerte, es el cuello del conejo. Es insoportablemente suave y pequeño, su corazón late tan rápido que teme que pueda matarlo accidentalmente con el estrés. "Toma".

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