2018-2019

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Me pasé todas las tardes revisando los documentos del 2011, al 2018. Pero, al parecer, solo se repetían los mismos nombres. Bell, Wood, Creevy, Ubot, Goldstein, Ramsae. Cuatro de ellos juegan Quidditch, siendo probable que estén en la enfermería por esas razones. Aunque nunca no los tome en cuenta. 

Observaba cuidadosamente Bell y Wood cuando jugaban para Gryffindor, y varias veces salieron lesionados. Goldstein era de Hufflepuff, y observaba sus comportamientos en la Malka común. Ella parecía ser una mariposa social, así que supuse que no tenía complejos de inferioridad por  licantropía. Aunque, la seguí observando, especialmente durante las noches cercanas a la luna llena. Pero su comportamiento no cambio. 

Ramsae y Ubot eran de Slytherin, y siempre se les veía metiendo en peleas con niños más pequeños. Eran la definición de lo que los Slytherin's no querían ser vistos como, pero no cambiarían. 

Colin era la única persona que quedaba. Pero yo estaba segura de que Colin no era un hombre lobo. No podría serlo, verdad? 

Pero seguía sin conseguir una buena excusa para Colin. 

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El viernes al caer el sol nos encontramos atrás de nuestro querido árbol, mientras los aplausos y aclamaciones del público para el partido de Quidditch, eran muy oídas desde aquí. 

Observamos con cuidado al árbol, y cuando vimos que alguien se acercaba a aquel, soltamos un pequeño jadeo, sosteniendo nuestros alientos. 

Desde el gran castillo un bajito y rubio niño se adelantaba. Directamente a nosotros. 

"¡Colin!" Grité. 

"¡Maddie! Khiara esta muy angustiada que no estás en el partido, ¿no lo recordaste?" 

"Entonces...¿no eres el hombre lobo?" preguntó Rose cuidadosamente, ojeando a Colin.

"¿Eh? No, ningún hombre lobo. Cuido a la pequeña bestia de la Casa de los Gritos."

"Pequeña bestia, ¿eh?" Albus preguntó. Colin asintió. "¿No hay un hombre lobo entonces?" preguntó Louis. "Eh, no. Ningún hombre lobo. Es un Fenix Irlandés. Julius," "¡¿Llamaste a un Fenix Irlandés Julius?!"  preguntó desaforado James. Colin asintió de vuelta. "Es un poco amigable, solo de vez en cuando, por eso voy a la enfermería," 

"¿Tú...tú sabías que estabamos buscando a un hombre lobo?" pregunté. 

"Si. Pero no hay más tiempo que perder. Anda, que Khiara se enfadará." 

"Tal vez así ganen los Hufflepuffs," río James. Louis le pegó con su codo en el estómago.

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"¡Llegaste! ¡Has venido!" gritó Khiara cuando Hufflepuff había ganado, probablemente por su enfado. 

"Por supuesto. Lo prometí, ¿no?"

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El año continuo igual que antes de nuestra aclamada búsqueda por algo inexistente. Yo seguía enamorada de Scorpious, y eso no ayudaba a mis notas, aunque logré aprobar con lo necesario.

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"Maddie, hay alguien en la puegta pog tí," llamo mi madre ese verano. 

"¡Voy!" grité, bajando las escaleras. Cuando abrí la puerta, un alto y mas guapo Zach acompañado por un más alto y guapo Scorpious esperaban del otro lado. 

"¡Mads!" me abrazó Scorp. Cerré los ojos y sentí su conocido y delicado olor, acurrucándome en sus brazos. Zach nos miraba de reojo cuestionando lo que yo sabía era verdad. Abracé a Zach, y me sentí cómoda en sus brazos. "¿Qué hacen aquí?" Pregunté, cuando ya habían saludado a mi madre, que preparaba nuestros uniformes para el proximo año escolar, que empezaba mañana. 

"¡No podíamos esperar a ver a nuestra amiga, por supuesto!" exclamó Scorp. Amiga, ouch. 

Nos pasamos el día riendo y jugando a tonterías en la playa, hasta que cayera el sol. Este año sería de lo mejor. 

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"Maddie, Zach y Albus están en la puerta de abajo. Dicen que el fraile Gordo no los deja entrar. Ve, te quieren ver a tí," me dijo Khirara una mañana. 

Así era siempre. Khiara levantándome, quejándose de que perderíamos una clase, encontrarme con Zach, Scorp, Rose, Albus y Colin, ir a las clases, estudiar para los TIMOs bajo el árbol, cenar, dormir, volver a empezar. 

Pero cuando me giré para apagar la alarma eran las 4 de la mañana. 

"¡¿Que diablos?!" pregunté, revoleando un almohadón hacia Khiara. "Solo levántate," 

"Esta bien, ya voy." Gruñí, bajando las escaleras todavía en mis piyamas, aunque advertí de acomodarme el cabello. "¿Que quieren tan temprano un domingo?" pregunte malhumorada a los dos chicos delante mío. Albus roló los ojos, y Zach trato de sonreír. "Es que...pensamos que deberíamos avisarte," dijo este último. "Avisarme. ¿De qué?""...bueno, en realidad," tartamudeo Zach. "Rose esta con madam Pomfrey. Scorpius fue atacado por unos bully's...""...¿¡eh?! No puede ser. ¿Quien querría atacar a un sangre pura? ¿Un Malfoy, además?" "Bueno, es que lo atacaron unos bully's por no seguir en los pasos de su abuelo..""Apellidos." Ordené, despertándome abruptamente. "Zabini, Goyle, Lestrange," susurró Zach, mirando el suelo. "Argh. Papá me advirtió. Bueno, en realidad fue el tío Ron, pero-""No hay tiempo para balbuceos Madeleine. Vamos," urgió Albus. Y eso si que me sorprendío. Albus nunca me llamaba Madeleine. Corrimos hacia las enfermerías, yo todavía en piyama. Albus tenía los ojos abiertos, con algo que parecía horror. Zach jugaba nerviosamente con el borde de su camisa. Puse mi mano sobre la suya para que pare de juguetear y se quede tranquilo. Me miró y vi algo como una sonrisa hacer parte de su cara por unos segundos. Miro abajo devuelta. "Estará bien," susurré. Aunque temblaba con terror. Asintió. Al llegar a la enfermería corrí hacia el lado de Scorpious. "Ay, Scorp..." dije, sentándome al lado de él. "M-mads..." dijo, apenas oíble. "Estoy aquí." Le sonreí."N-no...e-es que..." Su voz estaba ronca, y me miraba con algo que percibí como pena. Me dolía verlo así, y aunque mi corazón me decía que merecían una buena paliza los que hicieron esto, el Hufflepuff en mí no soportaba la violencia. "¿Qué?" pregunte suavemente. "Maddie, Scorpius quiere decirte que..." Albus empezó. "...ya e-estaré b-bien," manejó el rubio. Aunque sentía que eso no es lo que quería decir. Los labios de Albus se hicieron una línea fina, y los apretó uno con el otro. Finalmente, Rose me miró. "Vamos, te acompañare a tu habitación. Ya es tarde," dijo. Esto es raro. Sentí que todos me estaban escondiendo algo, pero no me quejé y seguí a mi prima esta las cocinas al lado del lugar común de Hufflepuff.

"Eso no era lo que Scorp quería decir," me atreví a decir. 

Rose frenó en sus pasos. "Maddie..." comenzó. "Dime que no tengo razón," advertí, frenando mis pasos yo también. 

"Pues," comenzo la pelirroja. "¡Lo sabía! Hablare con él sobre esto," y corrí optimisticamente hacia la sala común de Hufflepuff. 

-

La mañana siguiente no fue como lo esperaba. 

Slythereo y HufflietaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora