Parte 1

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Otra vez, estaba en este lugar. 

Un bosque espeso, arboles de troncos gruesos se levantaban delante de mi, delgados rayos  se colaban entre las ramas y hojas. Estaba corriendo pero no sabia a donde me dirigía, pequeñas ramitas secas se rompían debajo de mis pies descalzos. Alguien estaba detrás de mi, siguiendo mis pasos. 

No sentía miedo ni temor. Jamás había experimentado esta sensación, deseaba que esa personas me atrapara. 

Quería estallar en una carcajada, apreté mi mandíbula.

El viento agitaba mi cabello, la camisa delgada se pegaba a mi cuerpo, extendí los brazos hacia los lados y cerré los ojos. No pude aguantar mas, comencé a reír, todo mi cuerpo se estremecía a cada carcajada. 

Mi pecho se lleno de una extraña sensación. 

 De pronto unos brazos fuertes rodearon mi cintura, elevándome. 

Gire, gire y gire. 

Ahí estaba él, con una sonrisa encantadora. 

No sabían quien era este hombre pero estar entre sus brazos resultaba tan familiar que resultaba abrumador, cuando estaba entre estos, dejaba de pensar y comenzaba a sentir . 

Esto no se sentía como un simple sueno si no como un recuerdo que se escondía en lo mas profundo de mi mente, su piel cálida debajo mis manos o su aroma a canela. Me dejo caer, seguía aferrado a mi cintura como si temiera que en cualquier momento podría desaparecer. 

Yo también temía eso

Se inclino y me beso. 

Sus labios estaban hechos para besarme, suaves y cálidos. Besar aquellos labios se sentía como una bocanada de aire puro llenando mis pulmones, como volver a casa o volver a nacer, una sensación indescriptible que deseaba volver a repetir una y otra vez hasta que mi boca se sintiera agotada. Su cabello se sentía húmedo entre mis dedos. 

Nos separamos. 

-Te espere por tanto tiempo- su voz resonó como un eco- no te vayas, quédate aquí. 

-No me iré a ningún lado, siempre estaré aquí- 

-Yo-

Todo comenzó a desvanecerse. Puede ver la urgencia en sus ojos, intente decir algo pero mis labios estaban pegados, quise aferrarme a su imagen pero él de desvaneció como agua entre mis brazos. 

Caí. 

Desperté. 

El recuerdo de aquel lugar, el rostro de ese chico comenzó a desvanecerse en mi memoria, no importaba cuanto intente aferrarme a ese sueño. 

Jaebeom estaba parado aun lado de la cama, con el rostro hinchado y cabello revuelto. Tenia el aspecto de recién haberse levantado, empujo mi cuerpo hacia un lado. No tuve tiempo para reaccionar, él ya se había colado debajo de las mantas de mi cama, estábamos lo suficientemente cerca para poder sentir su calidez. 

Era reconfortante. 

-Es hora de despertar- murmuró- debes salir en diez minutos, tenemos un largo día de trabajo.

-Si tenemos que salir pronto, ¿Por qué te vuelves a meter a cama?

-Me tuve que levantar una hora antes, tengo sueño- susurro, se acurruco- 

Cerro los ojos. 

Sabia que si no lo obligaba a salir de la cama, nos regalarían pero no importaba. 

-¿Cinco minutos mas?- susurre- 

-Diez minutos mas- 

Me acurruque al lado de su cuerpo, él me rodeo con un brazos. El aroma a canela que se había impregnado en su ropa o en su piel, era familiar. 

Él es un sueño [bnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora