capítulo 3

17 2 0
                                    

Sumidos en lo que parecía una interminable melancolía, luego de la muerte repentina de federico, la escuela cambió drásticamente.

Ya que el accidente ocurrió por un desperfecto de la escuela, los padres de federico demandaron a la institución, por lo que se encontraba en medio de un juicio. Por otra parte los alumnos estaban de luto, Martina y sus amigas comenzaron un movimiento por redes sociales apoyando la demanda de la familia de su difunta pareja. Hasta que el juicio no concluyera a favor de la familia de franco, todas las mujeres se pintarian los labios de negro como protesta.

En poco tiempo la escuela se vio invadida por labios negros y bandas negras en los brazos masculinos. Los pasillos bulliciosos donde la muerte parecía haberse transformado en moda, las redes sociales repletas de publicaciones de palabras cariñosas y anécdotas en su mayoría nefastas, tiktoks de estudiantes que lloraban falsamente con la versión mas pop y remixada de "Whith a Little Help from My Friends" de fondo, historias de instagram con el #JusticiaPorFede y mucho más.

Todos hablaban de federico y su trágica muerte, pero irónicamente a nadie le importaba. Naomi lo detestaba en vida, pero ahora que estaba muerto le daba lástima.

<<te lo dije ¿no? A nadie le importa tu muerte>>

Incluso sus padres armaban el peor espectáculo frente a las cámaras en la puerta de la escuela para ganar el juicio. Naomi miraba a su alrededor y todo le daba asco, era todo tan falso y repugnante, ni en sus sueños mas locos podría haberse imaginado la dimensión que aquella muerte tomaría.

Probablemente había pasado cerca de una semana y ya sea para seguir la corriente o por presión social, no había mujer que no tuviera los labios pintados, incluso las profesoras... excepto Naomi, día tras día, aparecía como si nada hubiera pasado, indiferente a su entorno, alentando el descontento general de sus compañeros, hasta que Martina decidió increparla haciendo uso de su título de "viuda".

— ¿porqué no estás llevando los labios pintados?

— por que no quiero.

Aún presa de su impedimento para decir mentiras, naomi no pudo resistir el impulso de contestar la mas pura verdad, pero ya no era solo su boca, incluso su cuerpo se manifestaba sinceramente. Puso los ojos en blanco y suspiró cansadamente, desgraciadamente martina tenía el apoyo popular por lo que otros intercedieron a su favor.

— ¿tanto quieres llamar la atención?

— no tienes respeto por nada.

— ¿intentas sabotear la ayuda a la familia de fede?

— ellos dependen de esto, ¿quieres pisotear la memoria de fede?

Múltiples reclamos que finalmente colmaron la paciencia de Naomi.

— ¡callense! — su voz pareció retumbar en las ventanas, produciéndose un silencio genaral — no quiero, no tengo ganas, no me interesa honrrar su memoria. El tipo era basura, no voy a actuar como si lo extrañara, no pueden obligarme.

Asombro y disgusto marcaron los rostros de los precentes, varios se indignaron por las crudas pero honestas palabras. Martina usó el momento para explotar la rabia que había acumulando contra naomi.

— lo sabía, fuiste tu, tu lo mataste, — volteó a ver a sus amigas con los ojos inundados de lágrimas — ¿lo recuerdan? Ella lo dijo — esta vez señaló a naomi como si su dedo fuera capaz de clavarse en su frente — tu, le dijiste que moriría y al día siguiente murió. ¿estas felíz? ¿eso querías? ¡asesina!

Naomi llegó al colmo de su paciencia, golpeo la mesa con las palas de sus manos y se defendió a gritos.

— ¿eres estúpida? ¿estas diciendo que de alguna manera adivine donde se sentaría esa tarde, estropee la luz del escenario y calculé con presicion para que cayera justo cuando el estuviera debajo? ¡ridícula!

La encantadora Naoimi VeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora