Parte 1

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Después de que Ray liberara a Ava, Nora y Wu de la celda, el equipo se encargó del minotauro, de convencer a Hank de que las leyendas son lo mejor que puede tener el buró del tiempo. Mientras disfrutaban de su fiesta con pizza y cervezas, el día aun no terminaba para algunas leyendas.

Ava llegó a su departamento, abrió la puerta y colocó las llaves junto al cuadro con la foto de ella y Sara que no hace mucho colocaron juntas, miró por unos segundos la foto y sonrió. Caminó hacia la cocina mientras se quitaba su saco, lanzándolo hacia el sofá más cercano, se quitó las botas dejándolas a medio camino, sacó una copa y se sirvió un poco de vino. Bebiendo un poco caminó hacia la sala, se sentó por un momento, recargando su cabeza sobre el respaldo del sofá y cerró sus ojos. Todo estaba muy callado, solo podía escuchar su respiración que se iba haciendo cada vez más lenta.

Ava se percató que no estaba sola, solo que esa presencia se le hacía familiar así que no hizo absolutamente nada, soltó un gran suspiro sin abrir los ojos dejando que todo fluyera, poco a poco sintiendo que alguien se sentaba sobre ella. Sara logró por un momento sorprender a Ava sentada en el sofá, reposando sus rodillas a los lados de su novia, dándole la bienvenida con un delicado beso en el cuello, mientras que Ava solo disfrutaba el momento.

Sara despegó sus labios del cuello de Ava.

- Bienvenida a casa, directora Sharpe.

Mientras Sara regresaba al cuello de Ava y seguía besándola, esta respondía entrecortada.

- ¿Qué haces... aquí? Creí que... estabas con las leyendas... celebrando.

Le respondía Sara entre besos.

- Bueno... tengo mis métodos... para salirme de las celebraciones.

- Eso no lo dudo... pero, de verdad, ¿qué haces aquí?

Ava se acomodó un poco para poder ver a Sara directamente a los ojos, Sara se incorporó tomo la copa dando un gran sorbo de vino, colocándola después en el piso, y respondió a su pregunta.

- Bueno, quise venir a verte para poder concluir con la celebración de tu cumpleaños, no creas que te quedarás sin tu regalo. Recuerda que también es mi departamento.

- Ya te dije que no me gusta celebrar mi cumpleaños.

- Por eso estoy aquí, para arreglar eso.

Ambas se veían con ojos pícaros, levantando una sola ceja y lanzándose una sonrisa malévola. Ava no soportó y se abalanzó sobre Sara, abrazándola fuertemente con ambos brazos, rodeando su cintura, y besándola lenta y tiernamente en los labios, mientras que Sara con ambos brazos le rodeaba el cuello y seguía con el beso.

No pasó mucho antes que el beso empezara a intensificarse, ya que por lapsos no muy prolongados empezaban a morder sus labios inferiores. Los abrazos entre ellas eran más fuertes, Ava empezó a acariciar a Sara, sus manos subían y bajaban por su espalda, tomaba a Sara por el cuello mientras seguía besándola, por el otro lado Sara bajaba sus manos acariciando los hombros de su amada, siguiendo con sus brazos subiendo nuevamente al cuello y bajando por la espalda, para después ir poco a poco metiendo sus manos en la blusa de Ava por su cintura, tocando suavemente su piel. Ava deslizó sus manos por los costados del cuerpo de Sara, hasta llegar a sus piernas, luego las subió, pero esta vez tomo la chaqueta de Sara y empezó a quitársela sin dejar de besarla. Sara tuvo que soltar a Ava para poder sacarse la prenda. Sara sonrió, ambas se estaban dejando llevar cada vez más. Sara regreso sus manos a donde estaban antes de que Ava atacara primero.

Sara le lanzó una sonrisa de venganza con una ligera mordida a su labio, sin dejarse de ver colocó sus manos en la parte baja de la blusa de Ava y empezó a desabotonarla, primero un botón luego otro, hasta llegar al último, y supo que se estaba saliendo con la suya. Empezó a deslizar la prenda de Ava por sus hombros mientras Sara volvía a besarla, para después continuar el beso por su cuello, mientras le quitaba la blusa deslizándola por sus brazos lo más lento posible. Ava sólo inclinaba su cabeza hacia atrás, soltando un ligero suspiro. Sara retiró por completo la prenda del cuerpo de su amada, Ava soltó por un momento a Sara para poder deshacerse de la blusa que ya era un estorbo para ambas.

Sara decidió hacer otro movimiento que Ava no se esperaba. Soltó y dejo de besar a Ava, con un movimiento muy veloz se quitó la blusa mientras la miraba directo a los ojos, buscó las manos de Ava y entrelazó sus dedos con los de ella, y esta le dijo:

- ¿Eso es todo, señorita Lance?

A lo que Sara le respondía al oído con una voz muy sensual:

- ¿Esto? Esto no es nada, directora.

Sin soltar a Ava de las manos, volvió a besarla. Fue un beso muy dulce e intenso a la vez, mientras Sara seguía empujando su cuerpo con suavidad contra el de Ava, haciéndolo caer sobre el sofá para ubicarse a cada lado de sus piernas, estirando los brazos de ambas. Ava rompió el beso y se dirigió hacia Sara.

- Esto me recordó a la primera pelea que tuvimos.

- Si, la recuerdo bien, sólo que esa vez no te toleraba, pero ahora es algo muy diferente.

- ¿De verdad...?

Ava no pudo terminar la pregunta ya que Sara la calló con un beso, el cual poco a poco iba dejando su boca, bajando al cuello, saboreando cada centímetro, continuando hacia sus hombros y luego regresando a su boca. Sara sujetó ambas manos de Ava con una sola de ella, mientras que con la otra empezaba a bajar poco a poco por el brazo, llegando a su hombro, siguiendo por su cintura, su abdomen y regresando hacia su pecho para meter su mano por debajo de su brasier, acariciando suavemente uno de sus senos, sin dejar de besarse. Ava soltaba ligeros gemidos y Sara intensificaba el beso, sin dejar de acariciarla.

Dejó de acariciar su pecho, bajando por su abdomen hasta toparse con la bragueta de su pantalón, el cual desabrochó, para luego soltar las manos de Ava, llevando ambas a su cadera y con delicadeza comenzar a bajarlo junto con sus bragas, hasta retirar ambas prendas por completo, dejándolas caer al piso. Con sus labios Sara empezó a besar cada centímetro del cuerpo de Ava, comenzando desde sus tobillos, ascendiendo por sus rodillas hasta sus muslos, pero sus besos no daban tregua hasta alcanzar su objetivo, logrando llegar a la vagina de Ava. Suavemente comenzó a lamerla, mientras sus manos acariciaban su abdomen, bajando nuevamente a sus muslos y sintiendo como Ava se estremecía y de su garganta brotaban gemidos. Por ratos Sara levantaba la vista para contemplar el semblante que su amada le regalaba.

Sara sintió las manos de Ava revolver su cabello dorado y desde su boca escapaban entrecortados gemidos de placer, acompañados de movimientos suaves de su pelvis. Sara con sutil suavidad volvía a la boca de Ava, la cual la recibía mordiendo su labio inferior y extendiendo su cuello hacia atrás, soltando un gran suspiro mientras recorría la espalda de su amante hasta el bretel de su sostén. Lo desabrochó y empezó a deslizarlo sobre sus hombros, con lo cual dejó a Ava completamente desnuda.

Ava rodeó a Sara en un abrazo tierno y sensual atrayéndola hacia ella, sintiendo su piel contra la suya. Volvieron a buscar sus labios mientras Sara, con una mano, volvía a la entre pierna de Ava para palpar su vagina, sintiéndola húmeda entre sus dedos. Acarició suavemente sus labios vaginales, haciendo pequeñas circunferencias mientras la penetraba, dejando que la humedad lubricase los movimientos, provocando que Ava se balanceara sutilmente y se aferrara con sus brazos a la espalda de Sara. El orgasmo estaba próximo, las piernas de Ava flaquearon, arqueando su espalda y echando su cabeza hacia atrás mientas soltaba un gemido agudo, aferrándose más. Sara no paraba de frotarla, cuando violentamente sus muslos se apretaron y todo su cuerpo se tensaba.

Ava poco a poco se iba relajando hasta quedar tendida en el sofá, mientras Sara retiraba su mano de su entrepierna, para después recostarse sobre ella. Sara reposaba su cuerpo sobre su querida Ava, su cabeza estaba justo en su pecho escuchando su corazón acelerado. Mientras recuperaba el aliento, Ava acariciaba la suave espalda de Sara la cual se estaba relajando tanto que empezaba a quedarse dormida. Ava disfrutando de la calidez de Sara, sonrió cerrando los ojos dedicándole tres palabras.

- Te amo leyenda.

El cumpleaños de AvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora