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Capítulo IV: 疏远。

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Después de lo ocurrido en mi casa, JungKook comenzó a desmoronarse un poco todos los días.

Su cara se estaba cayendo a pedazos literalmente, su rostro era irreconocible ahora, no sabía dónde estaba exactamente su boca, o donde estaban sus ojos, parecía un muñeco de hace años que se estaba deshaciendo, lo único que lo distinguía era el uniformo escolar, y su voz al hablarme.

Al caminar a la escuela y cuando JungKook me tomaba con su mano, ni siquiera estaba seguro de sentir su mano como tal, quizás era tan liviana ahora que no podía sentirla y su agarre no era fuerte en absoluto, solo sabía que me estaba tocando porque podía ver la tela de su suéter sobre mí.

Todo el tiempo que había pasado así, desde que inició el comportamiento extraño de JungKook todos nuestros compañeros de clase y los adultos habían estado actuando normal, como si nada ocurriese realmente.

Era tan raro, no sabía si debía pedirle ayuda a alguien porque todos parecían ignorar a JungKook, como si él estuviera bien, lo miraban y no decían nada sobre su apariencia.

Temía decirle algo directamente yo, no me parecía que eso fuese muy educado, tampoco quería meterme en sus problemas si él no me lo pedía, pero eso no quitaba el hecho de que me preocupaba por él.

Incluso los últimos días del fin de año JungKook dejo de hablarme seguido, literalmente solo estaba callado haciéndome compañía, era como si no estuviera allí.

Pero, claro, JungKook siempre estaba conmigo.

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