GOLPES-VHOPE -

🖤Cap1 🖤

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"El Terror de una persona, es encontrarse con las cosas que los lastiman"
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Caminando con una hermosa sonrisa en sus labios se encontraba un pequeño peli castaño  , estirando sus cortos brazos para seguir observando aunque sea las mangas de su nuevo abrigo rosa que le había regalado su madre en el día anterior, aquel era precioso en verdad ante sus ojos mieles.

Su felicidad se incrementó cuando se observó en su espejo en la mañana y ver como aquella pieza de ropa se adaptada a su pequeño como delineado cuerpo.

Definitivamente le encantaba.

Aquella hermosa prenda combinaba a la perfección con su pantalon blanco el cual le moldeada muy bien su figura y los zapatos color rosa pastel, era el toque final.

Le gustaba lucir sexy, lindo y adorable a la vez.

Al darse cuenta que estaba muy embelesado con su nuevo abrigo aceleró sus pasos con saltos simulando a la "Caperucita Roja".

Ya era muy tarde para sus clases.

Bueno.

En realidad era muy temprano, demasiado temprano para decir verdad, solo que a él no le gustaba toparse con sus grandes amigos.

Iba tan emocionado que se había olvidado por completo ese asunto que lo hacía sufrir, aunque sea por un momento deseaba un poco de felicidad; a nadie le hace daño un poco de ello.

Siguió dando cortos saltitos perdiéndose en su propio mundo mientras seguía observando sus mangas, hasta que.

Una delgada linea color amarillo en el suelo, llamó su atención; haciendo que pare en seco, alzo su mirada lentamente para toparse con su pesadilla.

Su colegio.

El cual era peor que una película de Terror.

Y no por motivos tontos de tener que madrugar, o hacer tarea.

Era por causas mucho peor.

Suspirando entró con cautela observando todo su entorno, habían pocos alumnos a su alrededor, así que les resto importancia y caminó a pasos muy lentos hacia su curso, al llegar a este, antes de ingresar se paró de puntillas para observar desde el gran ventanal y asi asegurarse de que no hubiese ninguna amenaza para él y poder ingresar sin ningún problema.

Al ver que su salon de clase estaba tan solo como él, soltó un sonoro suspiro de alivio e ingreso, se sentó en la mitad de la fila arrinconado a la otra pared, esta también tenía una ventana grande con la diferencia que daba vista al gran patio de su colegio.

Una vez se sentó, y sin saber que hacer se pudo a observar el pacífico patio con pocos alumnos mientras jugaba con sus manos y dedos con uñas muy bien pintadas de un color del mismo tono de su abrigo.
No paso ningún minuto cuando la puerta se abrió bruscamente y dejo lucir una silueta muy masculina.

Hobi  pego un brinco del susto por el golpe repentino y comenzó a temblar cuando observo bien el causante de ello.

— Pero mira que tenemos Aquí.

Era su terror en persona.

No podía ser.

Por qué tenía que llegar él, justo él, sus mente se lleno de pensamientos negativos.

Kim taehyung había llegado y por su actitud déspota se podía sentir a metro su enojo, hobi  se limitó a bajar la mirada mientras juntaba sus manos muy nervioso, en su interior rogaba mentalmente que no le hiciese nada.

La historia continúa abajo

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— ¿Qué? ¿no sabes saludar, marica? — recriminó.

— Bu...bu...eenos días — contestó muy asustado y sin mirarlo.

— ¡Hay no!... esos buenos días de mierda, no los quiero.

Se acercó al menor de manera brusca después de haber tirado su mochila en su puesto.

Hobi se puso más pálido que la azúcar, tragaba grueso mientras veía sus manos temblar, ya no tenía control de su cuerpo; todo le temblaba por el gran miedo que le invadía.

— Pero mira no mas como te has puesto — soltó con sarcasmo — Pareces una gallina, estas todo tembloroso y todavía no te he hecho nada — rio con burla — Vamos... princesa con pene, salúdame bien... Ándale, juguetito — hizo un puchero de empatía falsa.

El pequeño rubio suspiró con fuerza, para no tartamudear al hablar y alzó su mirada para verlo directamente a los ojos.

— ¿Por...por qué no haces lo de siempre, y me dejas tranquilo?
Esa actitud, esa simple actitud hizo enojar a Taehyung ; el ya nombrado iba a agarrarle por el cuello de ese asqueroso abrigo, pero la llegada del profesor de la primera hora hizo detener sus acciones.

Gracias al cielo.

Aquel solo se sentó en su sitio después de saludarles a esperar que llegase el resto de los alumnos.

— Por ahora te salvas, marica — susurro con voz intimidante — Pero el timbre sonará en algún momento ¿Verdad? — lo fulminó con su mirada y se sentó en su pupitre.

Las horas pasaron, hobi no prestó atención a ninguna de las materias ya recibidas, estaba aterrado, no quería que sonase esa campana, pero como siempre está también estaba en contra de él, aquella sonó tan fuerte que era capaz de revivir hasta los muertos.

Muy nervioso guardó sus cuadernos, por el rabillo de su ojo derecho pudo observar como Taehyung se marchó primero, pero eso no quería decir nada, tenía muy claro que él no hablaba por gusto, así que lo más probable es que le estaría esperando afuera.

A pasos lentos salió y como lo suposo, este lo estaba esperando.

Estaba recostado en la pared, esperándolo con una resplandeciente sonrisa de oreja a oreja, mostrando esos grandes dientes blancos frontales que lo hacían lucir como un ángel, pero aveces las apariencias engañaban y si, podía lucir como un ángel, pero como el ángel caído, que no tenía intenciones de cuidar al indefenso hobi .

— Hasta que se dignó salir la princesita.
Lo agarró bruscamente de la nuca y lo llevo a un lugar con más privacidad, la azotea.

— Mmmm... Agh — gimió hobi  de dolor.

El peli negro le había dado un golpe en su estómago que lo dejo sin aliento y con lágrimas en los ojos, no decía nada ya que sería peor y se dedicó a recibir los golpes que este le proporcionaba continuamente en su delicado cuerpo, para que terminase más rápido aquella tortura.

— Espero que así aprendas a respetar otro día, marca.

Después de sasiar su ira con golpes, se iba marchar, pero el peli castaño  le había agarrado de la basta de su pantalón impidiéndole moverse, volteó a verlo en el piso.

Hobi  sonrió amargamente.

— ¿Y..y tú, por qué no me respetas a mí?
Taehyung ante lo dicho, le proporcionó otro golpe en su estómago.

— ¡¡Marica!! — gritó y escupió a un lado.

—Y..yo t..te pro...protegeré de todo hobie .

El peli-castaño arrastro sus palabras en un susurro, lo suficientemente audible como para que el peli negro lo escuché antes de desmayarse.