Cap2

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"Es posible que existan personas que dicen protegerte, cuando después terminan cavando tú propia tumba"

El día estaba muy agradable para ir a pasear y divertirse un poco, había una suave brisa en el ambiente que mantenía fresco a cualquiera.

Aquellos días era nombrado como los días perfectos para hacer actividades.

Y eso es justo lo que estaba haciendo un pequeño castaño arrodillado en el pasto de un parque, mientras jugaba con un pequeño pero lindo coche de juguete.

— Run, run, runnnn, prunnnnn — decía muy serio el pequeño, se creía el motor del carro y con el ceño levemente fruncido estaba listo para arrancar en cualquier momento — ñaaaaaaaa — arrancó muy sonriente, para luego — PI...PI...PI~ — dijo con gran enojo, ya que unos pequeños pies frente a él le impedía el paso a su cochecito.

Frunciendo aún más su ceño iba a gritarle al metiche que se metió en el camino de su coche, pero definitivamente no pudo hacerlo, no cuando aquel pequeño igual a él, lo veía con una hermosa sonrisa que lo dejó embobado y perdido en sus pequeños pensamientos, tenía el cabello negro, sus ojos oscuros le veían sin maldad, su naricita era muy rara ante sus ojos pero le lucía muy bien en su bonito rostro.

En aquel momento pensó que tal vez se trataba de un ángel, pero al tener al pequeño frente a él no podía ser uno.

O tal vez sí.

Ya que su madre siempre le decía que habían ángeles en este mundo protegiéndolo y tal vez ese era el de él.

— Ho...hola — dijo nervioso el pequeño azabache frente a él, sacándolo de sus pensamientos — ¿Puedo jugar contigo? — preguntó.

El pequeño castaño sintió que su rostro ardía.

Aquel ángel le hablaba.

Sintió sus abultadas mejillas calentarse de sobre manera que no lograba entender el por qué de ello, pensó que tal vez pudo haberse enfermado por no abrigarse bien, no lograba pensar más allá de ello, ya que tan solo era un niño de 7 años, así que simplemente se dedicó a asentir.

— Por cierto, me llamo. Kim taehyun  — dijo el pequeño azabache con una gran sonrisa mientras estiraba su manita.

El pequeño castaño aún estaba desconcertado al ver esa sonrisa, ¿Pero como podía ser tan bonita? Se preguntó mentalmente, sin duda era la más bella del mundo, a pesar de no tener sus dientes frontales, estaba seguro que cuando los tenga iban a ser tan grandes como los de un conejito.

Dejando a un lado su cochecito como sus pensamientos, se levantó limpiando en el trance sus manitas en su pantalón, para luego agarrar la ajena.

— M...me llamo hobi —respondió muy nervioso y con sus mofletes levemente sonrojados. 1

Aquel solo fue el comienzo de una gran amistad.

La cual sería traicionada por uno de ellos.

Cuando menos lo pensaron 5 años habían pasaron , y con ello muchas cosas cambiaron, tanto buenas como malas.

Hobi y atar se habían vuelto inseparables en estos, ninguno quería dejar al otro, se habían convertido tipo dedo y uña, los cuales no lucerian de manera grata y elegante si no estuvieran juntos. 6

Así pasaron toda la primaria.

En ese lapso de tiempo el castaño comenzó a tener grandes cambios durante esa etapa, pues comenzaba a notar su gusto por los chicos y le encantaba la ropa de niña, lastima que no podía vestirse así, ya que a su padre aunque aceptaba su orientación sexual, no le gustaba la idea de ver a su único hijo vestido como una chica, pero su madre lo convenció a que por lo menos le dejase usar ropa del color favorito de hobi, el rosa.

GOLPES-VHOPE - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora