Yes, sir | nomin

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⚠️ cw: vouyerismo???

Era innegable la atracción que el uno sentía por el otro. Jaemin podía sentirlo en las miradas del capitán, en sus ojos profundos que adoraban cada centímetro de su cuerpo, en la forma en la que Jeno la atraía por la cintura casi automáticamente cuando caminaron por el lugar, y en la cercanía que el mayor aprovechaba para dejar besos sutiles en su cabello y embriagarse de su aroma afrutado.

Jeno también era capaz de sentirlo cada que Jaemin le sonreía dulcemente, cuando por inercia su mano se posaba en su pecho firme (y él se preguntaba si ella podía palpar los latidos acelerados de su corazón), y cuando las miradas tiernas se volvían sensuales, como si seducirlo solo con una sonrisa no fuera suficiente.

Cuando cayó la noche, ambos regresaron a casa. En silencio sellaron un acuerdo mutuo de comportarse como si nada hubiera sucedido, al menos frente a los Na, y las ansias por tenerse de nuevo crecieron como espuma en el mar salvaje.

―Gracias por hoy, Jeno ―Jaemin le dedicó una breve caricia en el dorso de su mano, cómo deseaba que ese momento no terminara―. La pasé muy bien.

―Gracias a ti por acompañarme ―susurró el capitán, desde dentro del auto pudieron escuchar al señor Na anunciar la llegada de la pareja―, y por darme una segunda oportunidad.

Ella prefirió no decir nada más. Lamentaba darle punto final a su encuentro, pero si continuaba prolongándolo, le iba a costar aún más.

En su lugar, salió del vehículo y esperó a Jeno en la entrada. El aroma de la barbacoa no se hizo esperar, y cuando se adentraron, la cena ya estaba casi lista.

―Llegan justo a tiempo, ustedes dos ―señaló Hyunmoo, el padre de Jaemin, bastante ocupado poniendo la mesa―. Pensé que dejarían el vino solo para mí.

―De ninguna manera ―replicó Jaemin―, sabes que el pastel con vino es mi combinación favorita.

―Gracias por esperarnos, señor Na.

―Capitán Lee, ¿por qué no toma asiento? ―intervino Jiseon, llevaba dos charolas de complementos en las manos, orbitando cerca de su esposo para acomodar la mesa. Todo mundo era muy amable con él, por lo que no se sentía como un invasor en el hogar Na―. Jaehyun ya está terminando con la carne.

―Claro, gracias señora. Iré a lavarme primero.

―Jaemin, acompaña al capitán Lee y luego vienes a ayudarnos.

―Sí, ma ―ella obedeció. Tomó del brazo al capitán en lo que pareció un gesto inocente, pero que para ambos significaba algo más.

El cuarto de baño se convirtió por un breve momento en su escondite de besos. El cabello espeso de Jaemin, cayendo cual cascada, se vio invadido por los dedos del mayor que la atrajeron con fervor para comerse a besos una vez más. Se sentía como un adolescente haciendo cosas indebidas en secreto, con los padres de su novia cerca de ellos y el peligro de ser descubiertos acechándolos.

―Tus padres... ―murmuró él entre besos― ellos están abajo.

―Y nosotros arriba, ¿cuál es el problema?

Y Jeno no refutó ante esa lógica.

Se besaron un poco más hasta quedar casi satisfechos, aunque nunca fuera suficiente. Jaemin le dejó un pico en los labios y luego otro hasta que volvieron a intensificar el beso. Esta vez Jeno fue determinante al momento de separarse.

―Nos vemos en el comedor, capitán ―ella le sonrió coqueta, yéndose primero.

Jeno suspiró, ¿sería capaz de seguirle el paso a una chica tan ardiente como ella? Quizá simplemente solo deba dejarse guiar por el son de su pasión.