•°HIRAETH°•

No estás aquí

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Era un día soleado en Konoha, el Sol estaba radiante, el Cielo despejado, árboles empezando a sacar sus hojas y frutos, Aves cantando al compás de la leve brisa que aún permanecía presente, la gente empezando a salir de sus casas.
Y las Flores volviendo a nacer dejando ver su exótica belleza. Dejando claras señales que..

La primavera llegó

Iban caminando en dirección a la tienda unas bellas mujeres Pelirosa ojijade y una Azabache ojos onix, emocionadas por qué el hombre de sus vidas volvía a casa.

Esposo de la Pelirosa y Padre de la bella Azabache.

Se preparaban para su llegada, preparando un grandioso banquete de bienvenida, no lo veían desde hace casi 2 meses y para tener todo listo le faltaban hacer esa odiosa Sopa de tomate, que amaba ese Azabache-ex- emovengador- y para terminarlo les faltan ingredientes entonces la ojijade tenia que salir a comprar y llevar a su vaga hija, ya que no quería dejarla sola.

— Ahgg, en serio quiero y extraño a papá, pero ¿Es necesario que yo también tenga que acompañarte a comprar? — Se quejo la Pequeña Uchiha por no querer salir de su casa.

— Si, Sarada, recuerda que es para la llegada de tu padre, hace tiempo que no lo vemos y además tú me diste la idea de hacer esa Sopa que tanto ama el— Dijo su madre, haciéndola acordar que también era su responsabilidad hacer lo que ella misma propuso y acepto. Y también tratando de ocultar su miedo de dejarla sola en  casa.

— Si, mamá.. — Dijo la Uchiha menor con los ojos en blanco — además se que no me quieres dejar sola en casa — reprochó Sarada, conocía muy bien a su madre

«Maldicion..» pensó la ojijade, hasta para su hija era como un libro abierto.

— Bueno.. — dijo tratando de cambiar de tema, cuando vio a su madre tensar  — nose que es lo que le gusta a papá de esa horrible y extraña Sopa de tomate... Sabe muy feo — la ojinegro puso cara de asco, ya que odia los tomates, a diferencia de su padre, que los ama.

— Jaja, si lo hubieras visto en nuestra época genin su obsesión por los tomates no cambio nada — suspiro levemente la Pelirosa,con un poco de nostalgia en sus ojos.

A veces extrañaba esas épocas dónde no tenía responsabilidades, pero las olvidaba rápidamente a recordar que tiene una familia, un Esposo, su primer y único amor, y a su adorada hija.

— Ah, que tierno, me imagino a papá de pequeño obsesionado con los tomates — dijo Sarada sacando a su mamá de sus pensamientos y riendo a esa graciosa y tierna imagen mental.

— Si! Adema- ..— de pronto todo se volvió borroso para la Pelirrosa ojijade.

Todo estaba borroso, Sakura empezó a perder la orientación, mientras sentía sus piernas fallar y de pronto callo en seco al suelo.
Escuchando de lejos la voz de su hija llamarla

«¡Mamá!»

«¡Ayuda!»

«Mamá»

«Por favor»

«Mamá...»

Se escuchaba cada vez más lejos la voz de su Hija

«Sarada...» es lo único que pudo pensar la Pelirosa, ya que no podía articular palabras.

Silencio.

Es lo único que pudo escuchar en un momento y de pronto sintió todo moverse.
Sintió como si algo abandonará su cuerpo.
Se sentía como..¿Vendas?

Abrió los ojos.

Y allí lo vio.

Todos estaban saliendo de una especie de capullos cubiertos de vendas que colgaban de unas tipo ramas raras sobresaliendo de la tierra.

«¿Q-Que?»

«¡¿Y Sarada?!»

« Esto... Esto se parece al....
¿Tsukuyomi Infinito?»

«No,no,no. ¡NO! No puede ser eso significa que S-sarada no...»

Pensaba la Pelirosa al borde de pánico.

Callo de rodillas al suelo enredando sus manos es su cabello tirando de el.

Un grito desgarrador llamo la atención de los más cercanos a la Pelirosa.

— No,no,no. No puede ser...¡No!,¡No! — Gritaba fuertemente Sakura tirando de su cabello — ¡No puede ser! ¡No! ¡SARADA! — Soltó la Pelirosa con sus mejillas empapadas debido a las gruesas lágrimas que bajaban de sus Orbes verde-jade.

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Bueno Lectores ¿Cómo están? Yo estoy algo nerviosa, este es mi primer fic así que por fis no sean tan duros conmigo espero que les guste.

Dejen su voto que me ayuda, y si quieren pasen por los comentarios a dejar sus experiencias, expectativas o simples críticas constructivas

Besos y abrazos

Atte: Elle