El Niño Raro

15 1 0
                                    

¿Alguna vez tuvieron al típico chico callado del salón como compañero? Ese al que nadie le quiere hablar por ser pretachado del raro, ese que nadie nota cuando quieren pero que repentinamente se vuelve el centro de atención total de todo el salón cuando comete un error.
No..
¿?

Pues lo más probable es que tú seas ese chico y muy probablemente esto sea a causa de falta de atención paternal en ti, o quizás ya te viste Death note y viste como se sentó L y por alguna razón en un momento pensaste que sería buena idea sentarte igual que él.

No importa la razón, el punto es que, el tipo del fondo siempre será el tipo del fondo, no le interesa a nadie que tengas una repentina revelación y ya quieras ser sociable, talvez por que supiste superar tu timidez, igual a nadie le interesa tu vida viejo, siempre te tacharan de raro, solo con que intentes hablarle dirán: "Oh por dios, este tipo va a matarnos a todos en este momento".

Igual ese no es mi problema, no es como que si yo fuera ese tipo. Pero si puedo decir, que a veces esas son las mejores personas. Personas que solo no saben cómo encajar en un ambiente, solo quieren seguir encerrados en esa burbuja de privacidad que siempre los invadió, no hay nada de malo en qué se quieran quedar al fondo haciendo algo más importante que lo que tú hagas, o tal vez solo se quede haciendo una idiotez, pero a todos nos gustan las idioteces cuando son propias, así que no hay problema.

El problema es que una vez que la gente mala empieza a notar que otras personas son felices por sobre su miseria, no se quedan tranquilas hasta ver a esa persona ser la más infeliz del mundo.

Y es aquí, que pienso empezar a explicar por que rayos estoy haciendo está narrativa tan rara y extensa que nadie pidió, y es solo que el día de hoy me apeteció contar la historia de mi amigo del fondo, o mejor dicho, el chico que me mandó un mensaje una vez avisando que lo mejor era que no asistiera a clases cierto día.

Y es que está es la historia de que me llevó a faltar ese día a clases.

Razón por la que en este momento me encuentro tranquilo comiendo una dona en la cafetería de mi barrió.

El Rarito Del FondoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora