Todo empezó cuando lo intente callar,la conversación se torno en una competencia por quien ganaba en dominación.
"Sh." la pelinegra dijo al oido del dios griego de 1.85 que estaba enfrente suyo.
"¿Ah si? Ven,callame mirándome fijamente a los ojos pendeja,hazlo eh." dijo desafiante el hombre apuesto sentado en el sofá con las piernas separadas y ambos brazos apoyados en el respaldo, cómodamente desafiando a la pequeña que estaba parada con los brazos cruzados enfrente suyo.
La pelinegra se puso en cuatro patas,recorriendo así el corto camino desde donde estaba ella hasta en sofa donde estaba él,apoyo sus manos en el espacio entre los dos ejercitados muslos del hombre y deslizó una mano hacia su cara,manteniéndose con la otra.
"...Sh." dijo la más baja poniendo su dedo índice sobre sus labios,haciendo una señal de 'silencio'.
"Maldita niña..." dijo el mayor.
Él se levantó y en un vaivén tenía a la pequeña atrevida contra el sillón,acorralada por los dos brazos del fuerte chico arriba suyo para no caerse.
El chico agarró las dos manos de su sumisa y las mantuvo arriba de su cabeza usando su mano y empezó a repartir besos por todo el cuerpo glorioso de su chica,dejando besos húmedos por su cuello,sus clavículas.
Cuando llegó a los pechos decidió hacer algo,el sabía lo sencibles que eran los botones rosados de esa pequeña traviesa,empezó a succionar y lamer uno mientras acariciaba el otro, subió la mirada y se encontró con la cara de placer de la chica de botones rosados
"Cariño,te necesito en otro lado." dijo la chica con una mirada de súplica.
"¿Dónde me necesitas pequeña?." entonó con seguridad y curiosidad.
"Te necesito entre mis piernas porfavor."
Esa fue la gota que hizo que el vaso empiece a gotear.
Esa pequeña les iba a hacer saber a todos los vecinos lo bien que la folla su papi.
____________________________________ oooooo,si quieren una continuación tell me ;)
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