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Estaba feliz, como nunca antes lo había estado. Por primera vez sentía que alguien la quería genuinamente -Sin contar a su madre, quien, si bien, se encargaba de decirle cada día que la quería, siempre sintió que se debía a simple interés por cumplir su legado-
Dexter le había dicho tantas veces lo mucho que la quería y cada una de las cosas que le gustaban de ella. Siempre sonaba tan sincero que la estremecía como si estuviera bajo un hechizo -mas fuerte que cualquier conjuro que ella haya hecho alguna vez-
Recordaba esas miradas que se daban en clases, y las notas que él le mandaba con tal de hacerla reír o ese día en su cumpleaños cuando no quiso hacer nada especial porque no estaba de humor y él aún así insistió en sacarla de su habitación para salir a ver una película. La vez que se escaparon de noche y hablaron de todo, tuviera o no algún sentido.
Él tenía ese don especial de convertir momentos tan simples en algo especial.
El chico había sido tan tierno y preocupado con ella que no comprendía por qué simplemente no podía aceptarlo e intentar ser feliz como las otras princesas.
Había algo que la hacía sentir como si todo fuera falso o producto de un sueño.
Como siempre, prefirió esconder cada duda en su interior, nadie tenía porqué saber sobre sus tontas inseguridades sin sentido. Dexter lo había notado pero prefería respetar su espacio y esperar a que ella decidiera hablar, no quería parecer entrometido, en especial por que no eran novios -aún- y no se sentía con ese derecho.
Por desgracia, Raven se había olvidado de la existencia de cierta persona capaz de saberlo todo, en especial cuando se trataba de ella.
Le gustara o no, ella siempre la buscaba.
-¿Qué tal la escuela?- Preguntó la reina malvada detrás del vidrio de su prisión.
-Como siempre, no hay mucho que decir- Respondió sin dar muchos detalles, prefería evitar que su madre se involucrara demasiado en su vida privada.
La Reina miró a su hija de los pies a la cabeza en busca de una excusa, pero no lo encontró por lo que decidió simplemente hacer su pregunta.
-¿Qué hay entre tú y el hijo de Charming? el flacucho de lentes- Debió saberlo ¿Realmente le impresionaba? Prefería ignorarlo porque le producía escalofríos, pero sabía que su madre siempre la espiaba. Al menos tenía la decencia de preguntar esta vez.
Raven se limitó a encogerse de hombros.
-Un pajarito me dijo que han estado muy...unidos últimamente- Hizo un esfuerzo para no demostrar su molestia al respecto.
-Si por un pajarito te refieres a que me has estado espiando, entonces no es mucho lo que puedo decirte. Tal vez hasta sabes más que yo-
