Hace mucho, mucho tiempo, la Luna nunca se mostraba de noche, las noches en ese tiempo, eran tan oscuras como la nada. Entonces un día, en un lejano país, ocurrió algo que cambio todo. Una mujer pedía al cielo que le traiga de regresó al hombre que ella amaba, quién, había partido rumbo a la guerra.
Lloró todas las noches frente al mar, esperando que algún Dios se compareciera de ella, e hiciera caso a su petición. Pero nadie respondía a sus suplicas, a veces los dioses suelen ser algo egoístas con los humanos.
Cuando ella se resignó a su mala suerte, alguien a su llamado respondió.
– Tendrás a tu hombre, aquel valiente caballero, de ojos verdes, hermosa cabellera rubia, y piel canela – le dijo la Luna a la mujer.
Ella muy emocionada, no tardó en agradecer, a su benefactora.
Pero entonces la Luna dijo
– A cambió de cumplir tu deseo, quiero que me des algo muy tuyo.
La mujer muy perturbada le respondió
– Pero ahora, todo lo que tengo es de mi amado.
– Entonces quiero a tu primer hijo… Le dijo la Luna desde el cielo.
La mujer muy feliz por saber que pronto tendría a su amado juntó a ella, le dijo que sí, sin importarle regalar a su propia sangre y carne, fruto de su gran amor por su amado.
La Luna, muy decepcionada por la respuesta de la mujer, aceptó pensando en el futuro que le esperaría aquel niño, que ni había nacido, y su madre le regalaba a cambio del amor de un hombre. Muy dentro de ella, pensaba que podría ser una mejor madre que la mujer.
Después de todo estar todo el tiempo ahí arriba, era muy solitario, pensaba la Luna. Todos los astros del cielo, se preguntaban, ¿Cuáles eran las intenciones de la Luna, para criar a un niño, de carne y hueso?
Pasó muy poco tiempo, y el valiente caballero, regresó a los brazos de su amada, sin saber el trato que esta había hecho, para su retorno seguro.
De padre rubio, de ojos verdes, y piel canela, nació esta niña, teniendo como madre, a la más hermosa de las mujeres del mundo, quien tenía ojos del color del cielo, y un cabello tan dorado como el sol, cuya piel era tan canela como un tronco, , a esta mujer le nació una niña, de piel no canela, sino blanca. tan blanca como una nube, un pequeño rayo de luz.
Con ojos grises claros , en vez de verdes o azules como sus padres, su cabello era de un color negro, como la noche. No rubio como el Sol. El esposo pensó, que su mujer le había engañado, y cuando preguntó por el padre de esta niña.
La madre solo atinó a echarle la culpa a la Luna, diciendo que le había engañado. Que ella era la culpable de tal desgracia. Los padres de aquella niña , maldijeron su tan mala suerte, y no entendiendo la rareza de esta criatura, decidieron matarla.
Antes de entregar esta niña a la Luna, ellos matarían a la niña. Así que aprovechando la luz del Sol, fueron al lugar más alto que conocían, y desde ahí arrojaron a esta niña al vacío.
Cuando la Luna vino donde la mujer, ella le preguntó por la bebé . La Luna esperaba que la mujer peleara por su hija, muy en el fondo, ella pensaba que la niña estaría mejor con su verdadera madre. Pero la mujer le respondió
– La vida de esa niña es del vacío, se lo entregamos al vacío. La Luna muy triste por el destino de aquella criatura tan pura, se retiró a lo más profundo del cielo.
El Sol, quien había sido testigo de todo, estaba muy conmovido por el destino de la niña, así que decidió intervenir, y bajo a la tierra, tomo un poco de tierra entre sus dedos, el cuál esparció sobre el cuerpo de la bebé, y con un soplo de él, la niña volvió a la vida.
Y cuando la Luna escuchó los llantos de este bebe, por primera vez mostró su rostro completo en la tierra, por primera vez la noche no fue tan oscura.
Pero cuando quiso llevarse a la niña con ella, el Sol le dijo
– Puedes cuidarla y siempre ver por ella. En el día, bajarás hasta la tierra y en la noche deberás regresar al cielo. Yo te daré las noches – le dijo el Sol.
- Bien, pero solo hasta encontrar a alguien quien realmente la valla a cuidar- le dijo la luna
- bien solo hasta entonces estará contigo -La Luna muy feliz, por tener a alguien quien le acompañe en su soledad, aceptó la propuesta del Sol, por fin no estaría tan sola, este tenía que ser el mejor día de su vida.
Ambos bendicionon a la niña con dones correspondientes a ellos, así jamás olvidaría su pasado.
Desde ese momento la niña se convirtió en la hija de la Luna. En las noches en que hay Luna llena, es porque aquella niña llama a su madre. Y cuando ella desaparece del cielo, es porque baja a la tierra para abrazar a su hija.
Apunta a la luna,
si fallas le darás
a una estrella 🌟
-anónimo
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Hija De La Luna Bnha
FanfictionLas leyendas no siempre son como las cuentan, aveces de tanto repetirlas la gente se hace una idea equivocada, pero que pasaría si hay una leyenda de ti y tu madre, la cambiarías o dejarías como esta.