12 shots ❀ KaiSoo

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Seguramente esa sería una noche extraordinaria. Al menos eso fue lo que JongDae y ChanYeol le habían prometido. Do KyungSoo acababa de cumplir uno de los grandes logros de su vida: Había logrado pasar el examen hacia la universidad, que lo llevaría a estudiar una ingeniería que lo haría un ser poderoso y también muy rico, según sus propias fantasías, porque nada más de aquello tenía asegurado.

Sin embargo, sus amigos habían pensado que después del estrés de presentar el examen nacional para el reclutamiento de la universidad, debía descansar, relajarse y disfrutar de sus últimos meses como colegial sin seriedad alguna.

Por ello es que le habían planteado una salida especial. ChanYeol propuso ir a los bolos y después a comer pizza con cerveza, pero JongDae se había reído a sus anchas por aquella estúpida propuesta y había negado rotundamente, porque los tres ya estaban bastante creciditos como para esa clase de salidas.

Comenzaban la verdadera etapa madura de sus vidas ㅡsegún ellos, por supuestoㅡ y debían celebrar acorde a lo que eso significaba.

ㅡ Bueno, al menos esto no es un bar de striptease.

ChanYeol se hundió de hombros mientras se quejaba, había casi gritado, esperando que sus amigos pudieran escucharlo aunque fuera la mitad de lo que había dicho, puesto que la música era tan estruendosa que hacía que sus tímpanos sintieran que iban a reventar en cualquier momento.

ㅡ Dejaremos eso para otra ocasión ㅡ JongDae se echó a reír mientras tomaba asiento en una de las pequeñas mesas disponibles en el antro, mientras su rostro se coloreaba por el cambio de luces neones en el ambiente que hacía todo mucho más exótico. ㅡ Cuando KyungSoo se nos case, o tú...

ChanYeol, que era el más alto de los tres, resopló mientras se sentaba entre sus dos mejores amigos, decidido a darle una oportunidad al lugar, pese a que no era de su agrado y ya estaba extrañando el viejo bar de los Kim, donde siempre se atiborraba de cerveza y coqueteaba sutil con el camarero.

ㅡ Yo creo que primero te casas tú, JongDae ㅡ Kyungsoo murmuró con cierta seriedad y el muchacho se echó a reír con sorna.

ㅡ Yo seré un eterno picaflor, mi amigo.

ㅡ Bueno, si tú lo dices...

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Cuando lo vio por primera vez, Do KyungSoo sintió que el piso se movió bajo sus pies, pese a que no estuviese temblando. Se dio cuenta de que en realidad el que temblaba era él y que sus piernas se habían aguado cual gelatina porque se le había acelerado un poquito el pulso, pero solo un poquito.

Bueno, quizá podía aceptar que sus ojos grandes se habían sorprendido cuando en medio de la pista, entre la multitud que se meneaba al compás de la música electrónica que por supuesto desconocía, un chico logró llamar su atención. Habían sido sus movimientos de cadera bastante sensuales que se ondeaban con detenimiento, las piernas delgadas y largas del chico o quizá sus manos que se deslizaron por su pecho con precisión.