Delta || ♡Nomin♡

Epílogo.

ㅡLo están lavando, le pondrán ropa y luego lo llevarán al cuartoㅡ le contó Jeno a la pelinegra del otro lado de la línea.

Caminando unos pasos por el pasillo, para luego voltear y caminar en sentido contrario, sin alejarse más de unos metros de la puerta de la habitación donde su pareja todavía estaba bajo los efectos de la anestesia.

El parto natural para los omegas hombres solia presentar bastantes complicaciones, por lo que siempre eran enviados a cesárea, y Jaemin seguía durmiendo luego de la operación.

ㅡAjam...ㅡ escuchó decir a la chica, luego unos sonidos por detrás, creyó escuchar insultosㅡ Estamos preparando las cosas para ir hacia Daegu, ahora, Lee Jeno, pásame la dirección correcta.

ㅡ¿Tanto desconfias de mí, Irene?

ㅡNo puedo confiar en alguien que me dijo que la cesárea era el veinte a las cuatro cuando resultó ser el cuatro a las veinte.

Jeno se quedó en silencio unos segundos.

ㅡTe veo pronto, madrinaㅡ dijo, en vez de seguir la conversación, y cortó sin escuchar la despedida de la pelinegra.

Le mandó la dirección por mensaje, antes de guardar el celular en su bolsillo.

Volvió a entrar a la habitación, donde Jaemin comenzaba a removerse en la cama, aunque la anestesia seguía haciendo su efecto, haciéndolo sentir pesado y adormilado, abrió un poco los ojos para ver a Jeno, dedicándole una leve sonrisa.

Su alfa se acercó a él, sentándose junto a la camilla, tomando su mano, sonriendo, transmitiendo toda su emoción gracias al lazo.

ㅡ¿Cómo te sientes?ㅡ preguntó.

Jaemin suspiro pesadamente.

ㅡMe... Duele el estómagoㅡ se quejóㅡ. Siento que bajé como la mitad de mí pesoㅡ vió hacia su abdomen, evidentemente diferente hacia unas horas atrás, llevó una mano hacia el pero hizo una mueca cuando tocó los puntos.

Jeno se apresuró a tomar ambas manos, sosteniéndolas con firmeza.

Era sumamente común que la anestesia dejara algo atontados a los pacientes, pero la expresión confundida de Jaemin le daba ternura.

ㅡEstás nerviosoㅡ declara Jeno, luego de un momento en silencio.

Jaemin sólo asintió.

Jeno dejó besos cortos por todas las pequeñas y regordetas manos de su omega, hasta que vió su sonrisa asomarse.

ㅡEstoy a tu lado, no te preocupes.

Jaemin asintió, aunque las palabras no lo calmaron mucho, porque Jeno siguió sintiendo el torbellino de emociones que perturbaban a su pareja; alegria, miedo, nervios... El omega no podía estar tranquilo.

Cuando la enfermera llegó, tirando del carrito-cuna donde estaba su querido cachorro, sus corazones se aceleraron.

Jeno se acercó a ella, quien detuvo el carrito para que él pudiera tomar a su cachorro.

Mirando al bebé, vestido de simple blanco, lo tomó en brazos delicadamente, tenía una extraña sensación de que podía romperse con lo mínimo, era muy pequeño, liviano, muy hermoso, con las mejillas gorditas y unos pequeños ojos oscuros que lo miraban con curiosidad.

Se olvidó un poco de las sensaciones es en su pecho, perdiéndose totalmente en su lindo cachorro, cuando reaccionó, se volteo para mirar a Jaemin, quien seguía teniendo una expresión algo temerosa, pero aún así sentía la tranquilidad de Jeno, cosa que lo calmaba un poco.