Lily Monroe

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Lily acababa de entrar al comedor y como costumbre fue a saludar a sus amigos, rápidamente se dio cuenta que su novio, Draco, todavía no había llegado.

Esperaba que no llegará tarde porque si no lo mataría, aunque eso significaría quedarse soltera y con 59 lechuzas y 15 gatos , pero igual lo mataría. Un suspiro salió de los labios de la chica de cabello castaño al escuchar el timbre que indicaba el comienzo de clases.

-Vayan yendo ustedes, esperaré a Draco-dijo ella y su amiga rubia, Luna, estaba a punto de negarse hasta que Nate le hizo un gesto a todos para que comiencen a caminar.

La castaña vio como sus amigos se iban así que al verse sola en los pasillos se sentó en el piso apoyada en la pared que estaba cerca de uno de los salones clases.

Estuvo esperando mientras leía un libro hasta que paso media hora y se comenzó aburrir así que lo dejo para luego guardarlo, otra media hora después y el idiota todavía no venía, estaba segura que tendría una castigo o peor, perdería puntos para la casa del color azul, por haberse salteado una clase y sus amigos se molestarían por eso.

La chica se levantó con algo de vagesa del piso y algo molesta levanto su libro dispuesta a irse a clases hasta que escucho a alguien correr por los pasillos y ese alguien era su queridísimo novio.

-Hola-dijo ella dándole un corto beso

. -Hola-dijo él simplemente hasta sonó algo cortante.

-Te acompaño a tu clase-dijo ella y él simplemente asintió haciendo que una mueca apareciera en la cara de la chica.

Cuando llegaron al salón de clases en donde Draco tenía que asistir, él simplemente entró sin despedirse de Lily, el camino hacia allí había sido silencioso haciendo que ella se sintiera incómoda y algo triste. Lo único que pensó la chica mientras caminaba hacia el baño fue que ellos ya no hablaban como antes.

¨Ya no hablamos¨/ TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora