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Joaquín;

Cuando le dije a Ivo que su amigo me molesta por el simple hecho de que soy gay, le agarro bronca, pensé que se iba a ir al carajo, por que le dije mi sexualidad pero no, se quedó conmigo y otra vez empecé a llorar. Se acercó un poco más a mí y me abrazo, me estremecí al sentir su tacto. Escondí mi cara en su pecho, para que no me vea llorando, me pongo todo rojo y se nota mucho, demasiado. A los minutos me di cuenta que con mis lágrimas le mojé su remera.

Nos hubiéramos quedado abrazados, un ratito más, si no fuese por los golpes en la puerta que escuchamos en la puerta. Ivo se separó de mí, por alguna razón quería quedarme así todo el tiempo. Él se acercó hasta la puerta, la abrió, la directora era quién golpeaba la puerta.

Alguna boluda o boludo le fue con el cuento a la directora. Cuando la vi me
re asusté, su cara no me genera tanta confianza, nunca me genera confianza, es una señora muy seria, pero ahora parece estar re enojada.

—Serue y Cordovero ¡Se van ya a sus aulas!—Grito y me sobresalté al igual que Ivo.

Me levanté del piso salí del baño sin antes mirar Ivo, que se iba en sentido contrario donde está mi aula. Apuré un poco el paso.

Entré al aula, como siempre todos me miraron. Seguro ya todos se dieron cuenta de mis ojos rojos e hinchados o por los moretones en mi cara, también mi cara roja, todo por llorar. Ignacio me miró y paso una mano por su cuello en forma de amenaza, como si fuera que me va a cortar la cabeza.

Me senté en mi banco, miré al frente y empece a leer todo lo que esta en el pizzaron, escuchaba murmuros por parte de mis compañeros, lo peor de todo es que no saben disimular ni un poco, murmuran y me miran fijo. De la nada entró la directora al aula, llamó a Ignacio, a mí también. Fuimos hasta su oficina o como se diga. Entramos y estaba Ivo esperando, no me quería ni imaginar lo que nos iba a decir.

—Los llame para decirles que llame a sus padres.

La puta madre.

—Mañana van a asistir a una reunión, ustedes tienen que estar presentes para contar cómo fueron las cosas—Dijo re tranquila.

Me quiero matar. A mi vieja jamás la llamaron del colegio por qué me metí algún bardo o pelea, yo no soy así.

—Ya pueden irse. Y Ivo no te metas en más líos. Al paso que vas a quedar suspendido.—Advirtió.

Salimos los tres del aula, Ivo y Ignacio se miraban con desprecio, en cualquier momento se iban a las trompadas en el pasillo. Llegamos a mi aula, el boludo entro yo también estaba por hacerlo, pero Ivo me freno, puso una mano en uno de mis hombros.

—¿Me esperas a la salida del colegio? Quiero hablar con vos.—Me sonrió. Lpm que linda sonrisa.

—Sí, dale.—¿Más cortante imposible, no? Ya está, no no, ya la cague—. Nos vemos a la salida entonces.—Dije como para remontar un poco la corta conversación.

Entre al aula, me volví a sentar en mi banco vació, Agustín no vino hoy y Lucia desapareció del mapa, hoy a la mañana estaba en la entrada con tomas, pero no la vi entrar en ningún momento. Estaba re perdido, por culpa de la directora no copié una mierda, gracias vieja. Una compañera se me acercó y notó que estaba re perdido, me prestó su carpeta, re copada la piba.

Sonó el último timbre, guarde todo y salí del aula directo a la salida para esperar al enano digo a Ivo. Si le digo enano, lo más probable es que se enoje. Lo vi con sus amigos, no esta ingnacio, solo uno que se llama Indra, me se el nombre, por qué a Lucia le gustaba el año pasado, estaba re enamorada de él jajsj, hay otro pibe que ni idea como se llama.

Ivo me vio que lo estaba mirando, nana, una vergüenza. Se despidió de los pibes y se acercó a mí.

—Che ni a palo nos quedamos acá hablando—Acotó—. Te acompaño a tu casa.. si queres.

—Bueno dale.—Otra vez soy re cortante lpm, soy un pelotudo.

Empezamos a caminar, no pude evitar mirarlo fijo, me quejo de los boludos de mis compañeros y yo tampoco se disimular. Es que Ivo tiene algo, no se que es pero no paro de mirarlo. No le despegue los ojos de encima, me miró, me hice el boludo y mire para otro lado.

—Decime que vivís lejos.—Agregó. Hizo parará las piñas que me estaba dando mentalmente por quedarme embobado cuando lo miré.

—Ehh si, bah, a un par de cuadras, no muchas ¿Por qué?

—Por que seguro me espera la tercera guerra mundial en mi casa—Al terminar de decir eso se rió—. O sea, me van a cagar a pedo mis viejos ¿Los tuyos?

—Mi vieja no sé, capaz no entienda lo que paso. Y mi viejo esta en España,
de allá no puede nada.

—Nooo—Grito—. Yo tenía un amigo en la primaria, que su viejo también se fue a España.—Acotó.

—Ahh mira que coincidencia.—Dije nervioso y me empecé a rascar la nuca.

No quería llegar a mi cada, me quería quedar con Ivo charlando. Se podría decir nos estamos haciendo amigos, por segunda vez, le tendría que decir que nos conocemos desde que éramos unos wachines de primaria, pero no sé, capaz ni me crea si le cuento. Llegamos a mi casa, me quise pegar un tiro en medio de toda la frente o en la cien ¿Por qué no vivo más lejos? A muchas cuadras del colegio. Para que el camino se haga mas largo para pasar más tiempo con Ivo.

—Acá vivo.—Me frene en la puerta y le avise a Serue, él estaba por seguir de largo.

—Uhh bueno, hasta acá llega mi presencia—Dijo en forma de despedida—. Pero antes ¿Me pasas tu número? Es que wacho, me caes re bien.

—Si, de una. Vos también me caes bien.

Le pase mi número, dijo que me iba a mandar un mensaje cuanto llegue a su casa. Me quedé embobado viendo cómo desaparecía de mi vista. Abrí la puerta y la cerré a mis espaldas, tenía una cara de feliz cumpleaños que no se notaba, pero se desvaneció enseguida, cuando escuché un grito de mi mamá.

Me abrazo, le correspondi. Al ver como tenía mi cara empezó a llorar y volví a sentirme mal. Justo en ese momento sentí la necesidad de estar con Ivo.

𝗠𝗘 𝗖𝗨𝗘𝗦𝗧𝗔 ━ 𝗞𝗔𝗬𝗡𝗘𝗔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora