Capítulo 4

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Son las 5:30 de la mañana, la alarma de Harry empezó a sonar. El rizado no puede abrir los ojos de tan cansado que está. Toda la noche no pudo dormir, ya que los nervios se estaban apoderando de él. Se sentía como cuando ya es Navidad y esperas con ansias para poder abrir los regalos. Logró pararse de la cama y se dirigió al baño, tenía que ducharse ya que no se había bañado el día anterior.

Para su fortuna el agua estaba caliente, agradeció por eso, ya que no le hubiera gustado bañarse con el agua helada. Se duchó rápido y se apresuró a cambiarse, no quería atrasar el viaje.
Se puso unos jeans negros, y un suéter negro. Se peinó y sé puso un gorro del mismo color que su ropa.

Anne le pidió que subiera las maletas al Taxi y se dirigieron al aeropuerto. Al llegar, Harry  vió una tienda de cafés y compró un chocolate caliente y un pastel de zanahoria, ya que no había alcanzado a desayunar en su casa.

"Pasajeros del vuelo 128 destino Londres, el avión está a punto de despegar."

Escucharon eso he inmediatamente fueron a dar sus documentos y a dejar las maletas. Cuando subieron al avión Anne les indicó donde sentarse.

-Harry, siéntate en el asiento 28-
Harry fue a su asiento y se puso feliz, ya que le había tocado la ventana.

El vuelo fue largo, tal y como se lo esperaban. Harry se durmió en todo el viaje, estaba muy cansado ya  que no pudo dormir la noche anterior. 

Un bebé no paraba de llorar, parecía que cada vez lloraba más y más fuerte. A Harry ya le estaban empezando a hartar los gritos, así que agarró sus audífonos y puso música a todo el volumen.

Por fin llegaron. Todos tenían las piernas dormidas de tanto tiempo que estuvieron sentados, apenas se podían mantener de pie. Pidieron un Taxi y se fueron a la casa de Johannah. Harry estaba un poco preocupado, no sabía que podría pasar.

- ¿Louis estará enojado porque ya no le escribí?- Pensó, pero no se pudo dar una respuesta, ya que el Taxi se había parado en frente de una hermosa casa. Habían plantas muy bien cuidadas, los escalones de la entrada estaban muy limpios. Todo estaba impecable.

Tocaron y en unos cuantos segundos una señora muy linda abrió la puerta.

Era Johannah. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, era obvio que estaba muy feliz y emocionada por verlos otra vez después de mucho tiempo.
Inmediatamente le dió un fuerte abrazo a Anne.

-AAAAAAAAAAAA!!! Anne te extrañé demasiado!!! Aaah Harry, mírate!! Ya estás bien grande! Cada vez te pones más guapo. Gemma! Cómo estás? Estás muy bonita!-
Todos empezaron a reír por la emoción de Johannah. Antes de que alguien pudiera decir algo, Johannah vió a Harry y le dijo

-Harry, hay alguien que te está esperando. Ve arriba, es la tercera puerta a la derecha.-
Harry tragó saliva y se dirigió hacia donde Johannah le había indicado.

Subió las escaleras cuidadosamente. Ni el sabía porque no quería hacer ruido, solo.. no quería. Estaba a punto de llegar a la puerta cuando alguien la abrió desde adentro. Harry se inmovilizó.

Un chico un poco ojeroso, con el cabello alborotado había abierto la puerta. Él al ver a Harry también se inmovilizó.

-Harry?-
-Louis?-

Die for a die Donde viven las historias. Descúbrelo ahora