Capítulo 5

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- Es de lo primero que me encargué, y mi suegro fue de gran ayuda.- soltó Ji-hyeong.
- Mi padre llamó él mismo al comisionado de la policía. No se preocupe.- continuó Sang-a.
Ji-jun y su esposa los miraron con rencor.
- ¿En serio? Qué alivio.- respondió el padre.
Sang-a le lanzó una cara pícara a Ji-jun.
- Oí que estaba trabajando cuando sucedió. Así que los empleados que estaban con ella en el lugar lo saben. ¿Qué hacemos con ellos?- preguntó la esposa de Ji-jun.
- Los convoqué a todos y los hice firmar un acuerdo de confidencialidad ante los abogados de la empresa.- respondió Ji-jun.
Sang-a los miró con una sonrisa burlona.
- Lo sabía. Eres tan profesional.- dijo la esposa sonriendo y riendo.
- ¿Se están divirtiendo, acaso?- dijo la madre.
- Mamá.- dijo Ji-jun.
- ¿Cómo podríamos?- respondió Sang-a
- Claro que no, señora.- dijo la esposa de Ji-jun.
- Eso fue un poco duro, mamá.- dijo Ji-hyeong.
- Ah, me pareció, que todos parecían divertirse.
Mientras tanto, Jimin y Jungkook seguían hablando.
- ¡Seguro están todos en pánico! Además, esto no es para nada gracioso, porque podría crear un conflicto entre los países.
Jungkook lo miró sin expresión en la cara.
- ¡¿ACASO LO ENTIENDES?! Hablo de la posibilidad de entrar en guerra. ¡Oye! Cuando todos sepan que estoy aquí, el Gobierno de Corea del Sur, las autoridades militares y hasta... hasta la ONU, no se quedarán de brazos cruzados.
Jungkook asintió, él era un hombre de pocas palabras.
- Entonces, lo sabrán.- dijo este mismo.
- ¿Qué?
- Nadie debe saber que está aquí.- dijo mirando al suelo.
Jimin lo miró asustado.
- ¿Qué estas insinuando? ¿Dices que te desharás de mi antes de que todos se enteren?
- Es una de las muchas opciones.- dijo acercándose al rubio.
- Eso fue... ¡¿un chiste norcoreano?!
Jungkook lo miró con gracia.
- No estoy acostumbrado a los chistes norcoreanos, sabes. Pero fue muy bueno.- dijo riendo nervioso.
Jungkook lo miró serio.
- Creo que no me entendiste. Claro, creo que mi explicación fue demasiado complicada. Te daré un ejemplo.- dijo riendo fingidamente.
Jungkook asintió.
- ¿Conoces a Heung-bu y Nol-bu? Digamos que sí. ¿Qué le pasó a Heung-bu cuando le curó la pata al pollito? Pasó de la miseria a la riqueza.
Jungkook rió y miró al suelo.
- ¿Y qué le pasó a Nol-bu, que había torturado al ave? Su familia quedó en ruinas.
- ¿Qué intenta decir?- contestó el pelinegro.
- Dime. ¿Preferirías ser Heung-bu o Nol-bu?
- ¿Usted es el pollito?
Jimin negó.
- No soy un simple pollito. Soy un pollito muy rico que paga bien los favores.
Jungkook suspiró y cerró los ojos.
- Verás, no suelo hacer esto...
- Entonces no lo haga.- contestó fríamente el capitán.
Jimin se calló y miró de un lado para otro con la cara baja.
- Mira, soy el cuarto hombre más millonario del país. La clase alta... high class.
Jungkook lo miraba, sin expresión alguna, Jimin estaba harto.
- ¡De familia rica! Mi marca de moda está en KOSDAQ.
- No me interesa.
- Lo que intentó decir es qué tal como Heung-bu cuidó al pollito hasta que pudo volar a Gangnam, te estoy pidiendo que me ayudes. Si lo haces te pagaré con creces.- dijo el rubio desesperadamente.
- ¿Intenta negociar conmigo?- preguntó el capitán incrédulo.
- ¡Sí! Exacto, y así ganamos los dos.- dijo el rubio feliz y extendió su mano para ser estrechada con la de Jungkook.
Él lo miró burlón.
- No lo haré.
- ¡¿Por qué no?! Te pagaré el favor.
- Para empezar, no seré amable con usted.
Dicho esto, se paró y se llevó la comida que Jimin no había ni siquiera probado.
Este se quedó perplejo, pero la puerta que sonaba le quitó de sus pensamientos.
Jungkook fue a la puerta y notó que Ho-seok estaba ahí.
- No sabía que estaba en casa y lo busqué por doquier. Me di cuenta que estaba en casa por el humo de la chimenea.- dijo Ho-seok eufórico y entró sin que Jungkook se de cuenta.
Él mencionado se dio cuenta que Ho-seok entró y se exaltó.
- Tengo muy buenas noticias.
Jungkook cerró la puerta y se acercó a él.
- Ya no tenemos que preocuparnos por el hombre surcoreano.- dijo con una sonrisa enorme en la cara.
- Mira, acerca de ese hombre...
- Está muerto.- interrumpió Ho-seok.
Jungkook se quedó mirándolo serio y atónito.
- ¿Quedó sorprendido? Yo también. Esta mañana hubo un choque en el monte Suseok. Una hombre no identificado murió en el lugar. Claramente es él.- dijo emocionado y casi saltando de alegría.
- No es...
- Por favor. Mis corazonadas son precisas, nunca fallan. Espere y verá... si me equivoco, puede decapitarme.- interrumpió nuevamente.
Jungkook lo miró apenado y decepcionante, lo jaló del brazo haciendo un ademán de que se vaya.
- Ya puedes irte.
- Debo hacer pis. Me estaba aguantando.
Ho-seok velozmente entró al patio de la casa.
- Como sea, estoy muy aliviado. Yoon-gi no deberá enfrentar a una baja tan deshonrosa siendo tan joven. Y nadie sabrá que Seok-jin dejó su puesto para mirar una serie surcoreana...
Atrás de él estaba Jimin y cuando Jungkook lo vió solo negó con la cabeza y se fue a sentarse.
- Yo solo bebí un vaso de alcohol, así que no es la gran cosa. Pero usted, no pudo atrapar al hombre, y lo tuvo en frente. Eso si fue muy grave.- continuó Ho-seok.
Volteó para entrar a la casa e ir al baño pero cuando estaba girando, pegó un grito al cielo y dió un salto al ver a Jimin parado en la puerta.
- ¿Cómo se decapita a alguien? Nunca hice algo así. ¿Es así?- con sus deditos hizo una especie de quitarle la cabeza a alguien.
- Me asustó. Capitán Jeon, ¿qué está pasando aquí?
- Eres tú, ¡¿verdad?!- gritó Jimin apuntándolo.
Ho-seok retrocedió, el chico gritaba fuerte y tenía un rostro de psicópata.
-Tú me disparaste, casi muero por tu culpa.
Ho-seok se sentó al costado de Jeon y lo abrazó del brazo.
- Creí que estaba muerto, ¡¿qué pasó?!
Jeon solamente estaba callado e hizo un ademán para que todos se sienten en su mesa.
Así, todos se sentaron y comenzaron a hablar, Hoseok empezó.
- Debo decirlo, Corea del Sur es muy buena. ¿Cómo mandaron a un espía justo aquí, a la casa de un oficial de Corea del Norte, sin cometer ni un solo error?- lo miró hipócritamente.
Jungkook estaba con su dos pulgares en su ceño fruncido.
- ¿Cuántas veces lo dije? No tenía idea de que esta era su casa, no soy un espía y nadie me envió aquí, lo aseguro.
Ambos se miraban con los ojos entrecerrados.
- ¿Siempre te cuesta entender lo que la gente te dice?- dijo el rubio irónicamente.
- Capitán, ¿tiene una pala o pico? Deme un poco de tiempo. Tenemos muchos ríos y montañas. Hay incontables lugares donde podemos enterrarlo en este país.- dijo Hoseok sin dejar de mirar a Jimin.
Jungkook y Jimin lo miraron aterrados, pero este último, con algo de reto en su mirada.
- ¿De qué hablas, tipo astuto? ¿Enterrar qué? Puedes enterrarte tú si eso quieres.
- Oiga, surcoreano. Entiendo que es estúpido, pero ¿en serio no entiende lo que está pasando aquí?
Jimin se cruzó de brazos y lo miró fulminante.
- No tenemos piedad con nuestros enemigos.- continuó Hoseok.
- Creo que tú tampoco entiendes que está pasando aquí, ¿no se meterán todos en problemas si alguien descubre que estoy aquí? No soy el único que estaría jodido, ¿no?- dijo el rubio mirando de reojo a Jeon.
- ¿Cómo era? a Yoon-gi le darán baja deshonrosa. ¿Seok-jin? Será castigado por dejar su puesto para ver telenovelas surcoreanas. Y al capitán Jeon... le quitarán su rango. ¡Y tú, tipo astuto! ¿Bebes estando de servicio? ¡Tú eres el peor!
Ho-seok se exaltó y Jungkook estaba frustrado con las manos en la cara. Se acercó hacia el capitán Jeon y le empezó a susurrar.
- Capitán Jeon, ¿cómo sabe todo eso el hombre?
- ¿Cómo crees? Lo gritaste, idiota.
La puerta empezó a sonar y Jungkook se exaltó, fue corriendo hacia ella.
Afuera estaban todos los compañeros militares de este, suspiró y abrió la puerta.
- Capitán Jeon, buenos días.- dijo Seok-jin y entraron todos.
- ¿Supo la buena noticia? El hombre, en el monte Suseok...- continuó Seok-jin.
- No es así.- le interrumpió Jungkook.
- Un hombre no identificado...- siguió Taehyung.
- No es así.- exclamó Jungkook.
- Tú debes ser Yoon-gi.- dijo una voz no tan varonil, pero tampoco tan femenina.
- Disculpe, ¿quién es usted?- dijo Yoon-gi de lo más tranquilo y todos se exaltaron.
- Oí qué tal vez te den la baja con deshonra, quiere decir que te echarán, oí que necesitas el trabajo.- dijo el rubio cruzado de brazos y con un tono feliz, al costado de él estaba Ho-seok.
Yoon-gi giró hacia sus amigos y los miró asustado.
- Dijeron que había muerto.
- Exacto.- respondió Ho-seok.
Jimin apuntó a Seok-jin.
- Oh, tú eres Seok-jin, ¿no?
El mencionado lo miró con miedo.
- ¿Qué telenovela surcoreana mirabas cuando dejaste el puesto?- preguntó Jimin curioso.
- Escalera al cielo.- contestó aterrorizado.
- Ah, es vieja, la de Ji-woo y Sang-woo, ¿no? Soy amigo de ellos, Ji-woo vivía a unas casas de la mía.
- ¿En serio?.- preguntó Seok-jin sonriente.
Taehyung lo fulminó con la mirada.
- ¡¿Eso importa?!- le gritó el mencionado.
Seok-jin retrocedió.
- Lo siento.
- No se queden ahí parados, entren, sentémonos a conversar.- dijo Jimin sonriente y haciendo un ademán con los brazos invitándoles a entrar a la sala.
Todos entraron y se sentaron, Jimin se paró en frente de ellos y comenzó a hablar.
- Esto es sencillo. Me dejan donde aterricé, yo veré cómo salir de ahí. Es de día. Será mucho más fácil.- dijo el rubio parado cruzado de brazos.
- Imposible.- contestó el capitán castaño.
- ¿Por qué?
- Capitán Jeon, déjelo en paz.- dijo Hoseok.
Jimin lo miró de reojo.
- Deje que se fría cual pollo en el cerco eléctrico y diga: "Ah, ese era el peligro de un cerco de alto voltaje", ¿cómo más va a aprender?".- continuó Hoseok.
El rubio lo fulminó con la mirada.
- Ayer, los cables eléctricos no funcionaban porque se rompió un generador con el viento. Pero ya los arreglaron, no puede ir ahí.- respondió Seok-jin.
- Por eso les digo que me lleven ustedes. Son soldados. Es su territorio, ¿no?- gritó Jimin desesperado.
- Acabamos de terminar un apostamiento de dos meses en el lugar y volvimos con nuestra unidad hoy. No podemos ingresar al área por unos meses.- respondió Jungkook frío.
- No hables de manera tan irresponsable y digas que es imposible. Piensa en algo.- rogó Jimin.
- No hay otra forma, enterrarlo sería efectivo y limpio...-dijo Ho-seok sonriente.
- No te pregunté a ti.- interrumpió el rubio.
- Este tonto putrefacto.- insulto Ho-seok.
- ¿Qué? ¡¿"Putrefacto"?! Ja, ¿así maldicen? ¿Te contesto con algún insulto de Corea del Sur? Si se trata de maldecir, somos muy buenos.- dijo el rubio retándolo.
- ¿Ah si? Maldito...
- Suficiente, ¿en serio creen que discutir que país maldice mejor es lo que importa en este momento?- interrumpió Jungkook.
- Cierto, lo lamento, me deje llevar.- respondió Jimin acomodándose su cabellera y sentándose.
Ho-seok lo miró con desagrado.
- Analicemos la situación. A ver, entonces ¿es la primera vez que un surcoreano aterriza en Corea del Norte? ¿No hay protocolo para casos como este? ¿Un manual?- preguntó Jimin más calmado.
- Según el manual, lo estaría interrogando el Departamento de Seguridad.- respondió el castaño.
- Sigues hablando del Departamento de Seguridad... ¿es como la estación de policía o el servicio de inteligencia?-
- Seguro, es algo parecido.
- ¿Y por qué no me llevaste ahí cuando me viste?- preguntó Jimin curioso.
Todos se miraron entre sí.
- Lo sabía. Si yo iba ahí y contaba todo, ustedes tendrían problemas, ¿no es así?- continuó Jimin segurísimo de si mismo y con una sonrisa maliciosa en él.
Jungkook lo miró desafiante.
- Por eso mismo, les pido ayuda a ustedes. Sé que quieren negarlo, pero estamos en el mismo barco.- dijo el mismo.
Seok-jin levantó la mano.
- Bien, Escalera al cielo, a ver dime, que tienes que decir tú.
- Mi tío trabaja en un bote a bote.
- ¿Qué? ¿Bote a qué?
- Bote a bote.- aclaró Seok-jin.
- Es un bote que se encuentra con otro en aguas internacionales. Puede tomar un bote hasta el medio del océano y se encuentra en secreto con otro más grande que va a otro país.- definió Ho-seok mirándolo arrogante.
- Es una idea fantástica. Bote a bote.- exclamó Jimin feliz.
Seok-jin estaba sonriendo sonrojado.
- Seok-jin, me aseguraré de conseguirte el autógrafo de Ji-woo.
- ¡¿Qué?! ¿En serio? ¿Cuándo?- gritó Seok-jin emocionado.
- Después de la unificación.
A Seok-jin se le fue la sonrisa.
-Algún día lo harán. Como sea, ¿cuándo parte?- preguntó Jimin incrédulo.
-Sale del puerto Jinheung cada 15 días, así que en tres días.
- ¿Tres días? ¿No hay forma de salir antes?- preguntó suspirando.
- Así me vaya en tres días, demoraré más si debo atravesar otros países y todo eso. Para ser sincero, tengo una reunión de accionistas.
- Mire...- dijo el capitán.
- Esto es muy importante para mí. Es el momento más importante de mi vida.
- Quiero dejar algo en claro.- interrumpió el castaño mirándolo desafiante.
- Usted es el causante de todo esto, usted perdió su oportunidad de volver a casa. Debería estar arrepentido de haberles causado problemas a todos.- continuó Jungkook con los ojos bien abiertos y dándole un sermón a Jimin.
Todos se quedaron callados asintiendo y hubo un silencio incómodo.
- Es cierto, lamento eso. Seguro están todos conmocionados.- se disculpó el rubio.
- Entonces, elija.
Jimin lo miró sorprendido.
- ¿Qué cosa?
- Puedo escoltarlo al Departamento de Seguridad ahora mismo.
Todos, excepto Jimin lo miraron asustados y aterrorizados.
- Capitán Jeon, eso es un tanto...- dijo Taehyung.
- Tal vez lo interroguen y lo dejen ir.- interrumpió Jungkook.
- Pero eso significa que no lo harán.- dijo Jimin haciendo un puchero.
- No puedo prometer nada.- respondió Jungkook con los brazos cruzados mirándolo fijamente.
- ¿Y la otra opción? Digo, para elegir.
Jungkook suspiró pesadamente.
- Obedezca nuestras órdenes.
- Órdenes, ¿cómo cuáles?
- Primero, no puede salir de esta casa mientras esté aquí.
Park estalló de risa.
- Eso es obvio. No estoy loco, no iré a ningún lado.
- No hablé con ninguno de nosotros. No haga propaganda de Corea del Sur.
- Fantástico. Tampoco me hablen a mí.- gritó Jimin desesperado.
- Y no hagan propaganda, porque no funcionará conmigo.- continuó el rubio hablando con desprecio.
- Y cuando regrese al Sur, no puede contar nada de lo qué pasó aquí.
Park nuevamente estalló de risa.
- Oh, no te preocupes por eso, no pienso contarle nada a nadie. Sufriré amnesia apenas me vaya de aquí.
- Cierto, está diciendo la verdad. Si miran telenovelas surcoreanas, nueve de cada diez surcoreanos sufren amnesia. Es una enfermedad común en los países capitalistas- agregó Seok-jin.
- ¿En serio?- preguntó Ho-seok.
- ¿Eso es el por qué beben mucho refresco estadounidense?.- preguntó Yoon-gi curioso.
- Eso es fascinante.- dijo Taehyung boquiabierto.
- Muy bien. Quiero pedirles un favor.- interrumpió Park.
- No es nada complicado, en dos de mis tres comidas diarias consumo carne. Me encanta la carne. continuó Jimin con una sonrisa.
- Oiga, surcoreano. No diga sandeces- interrumpió Ho-seok mirando al rubio con desprecio.
- ¿"No diga sandeces"? ¿Quiere decir que no diga tonterías?- preguntó Jimin a Seok-jin.
- ¿Eso es "decir sandeces"?- preguntó Ho-seok confundido.
- Sí, es lo mismo.- afirmó Seok-jin.
- Capitán Jeon, este loco intenta engañar a nuestros hombres. Dice un montón de sandeces y hace propaganda de cómo en Corea del Sur comen dos veces al día carne- gritó Ho-seok.
Jeon empezó a mirar a Jimin desconfiado.
- Crean lo que quieran, como sea, así soy yo. Pero como todos saben, hace dos días que me muero de hambre. Y caminé mucho, comienzo a ver borroso. Lo siento, pero ¿tienes algo de carne?-dijo el rubio sereno y sonriente.

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2021 ⏰

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Aterrizaje de emergencia en tu corazón-Bangtan Sonyeondan (BTS) (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora