Te esperaré ( Gilbert Blythe y tu)

02

Termine de empacar mis cosas, ya estaba lista para salir del barco deje mis maletas con un señor que me ayudaba a bajarlas pero fue interrumpido por aquel joven alto y de cabello café.

-Déjeme ls maletas a mi yo le ayudo a la señorita- Tomo mis maletas y aquel señor solo sonrió y se fue a seguir con sus labores.

-Hace mucho frío para que este es con vestido- me dijo mientras se sacaba el abrigo - no hace falta- respondí pero ya era tarde el me coloco su abrigo

- Estas loco Blythe, como es que tu lo ssoportaras, hace un frío horrible - hablo el hombre de color para soplar sus manos en busca de calentarlas

- No hace falta que me pongas tu abrigo Gilbert, estoy mas acostumbrada al frío de lo que crees-

-Mira Bash, ella lo tolera mejor que tu-

-Pues claro, ustedes están jóvenes, yo me hago cada vez más viejo y friolento -

Comenzamos a bajar, Gilbert dejó mi maleta recargada en un árbol, yo busque en una un abrigo que traía por si hacía frío, me lo puse y le devolví el suyo a Gilbert.

- Gracias por ayudarme, espero verlos de nuevo -
-Claro que nos veras, conozco a Blythe el te buscará, no dejo de habl- Fue interrumpido por un codazo de su amigo para que dejara de hablar más del tema

-Nosotros también esperamos verte de nuevo ______-

Camine hacia la casa de los Barry, en serio esperaba que estuvieran ahí Yaque casi nunca habló con ellos no sabía si seguían viviendo en la misma casa o se habían mudado a otra, conocía a la mamá de Diana, si otra casa más grande que la suya se ponía en Avonlea ella se encargaría de reclamar el puesto haciendo otra casa mucho más grande.
Seguí el bello sendero cubierto de nieve, hasta que escuche unas risas en el bosque, yo ko conocía a nadie y no pude reconocer esa risa tan escandalosa que escuchaba cada vez más cerca.

-Fue increíble, hagamos lo de nuevo- dijo la voz a lo lejos, camine más rápido para ver a dos niñas jugando en la nieve, una de ellas era Diana con otra que era pelirroja, jamás había visto a alguien pelirrojo, su cabello era extraordinariamente hermoso y único, me detuve frente a un árbol a admirarla mientras jugaban, yo jamás pude hacer eso mi madre desia que no era adecuado que una dama lo hiciera, casi toda mi niñez la pasé leyendo libros o tocando cualquier instrumento de música clásica mi favorito era el piano y el violin por lástima no los podría traer conmigo, mucho menos el piano, mis tras pensaba note como un silencio se hizo presente al mismo tiempo fue interrumpido por un abrazo a mi persona, era Diana me había visto

- Tanto tiempo, prima, te ves muy hermosa -