Nueve sorbos...

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—¡No quiero nada!... Tu serás mi reemplazo.

Geno estaba sorprendido por lo que dijo... será acaso que.

—¿Tu también tomaste la especialidad? —se volteo para quedar cara a cara con su agresor, era nada menos que un chico, al parecer de su misma edad, de sudadera negra y cuencas sombrías, sostenía con fuerza y temor aquella navaja. Era evidente que no le iba a atacar.

—¡Eso no te importa!, ¡Vendrás conmigo y tomarás mi lugar! —antes siquiera tomar su mano sintió un arma apuntarle a un lado de su cabeza.

—¿¡Qué rayos?! —exclamo Geno demasiado sorprendido, una pareja de su misma especie apuntaba cada uno un arma, el de ropajes esponjosos apuntaba al chico de sudadera negra, y el de lentes a Geno.

—Creo que no chico, ustedes serán los nuestros —dijo el de lentes.

Una quinta persona se les unió sosteniendo en ambas manos un fierro de metal que apuntaba a Geno y al de lentes.

—¡Ni se les ocurra!, ¡Yo vi al emo primero! —dijo alguien de bufanda marrón refiriéndose al de sudadera negra, pero detuvo sus palabras al ver al otro que apuntaba, sus manos temblaron por un momento—. ¿Geno...?

¿¡INK?!, ¿¡Qué mierda esta pasando aquí?! —dijo bastante alterado, pues no ayudaba el hecho que se encontraba en un circulo de lunáticos que si uno decidía dar la iniciativa acabarían cometiendo homicidio.

—Ugh no me jodan, ¡Ey parejita! —estos le miraron—. Yo vi a este viejo primero, yo me lo quedo —dijo el de sudadera negra, Geno no sabía si sentirse ofendido o asustado.

—¡No!, ¡Lo necesitamos!, ¡Nuestro pedido es más importante que el de un estúpido delincuente! —dijo el de ropajes esponjosos.

—¡No les daré fácilmente a mi reemplazo! —tomo de su brazo—. Vámonos.

—¡Oye!

Sintió que alguien lo aprisionaba con un fierro.

—¡Tu no te vas!, ¡Tu serás mi reemplazo! —grito Ink.

¡Outer!, tomemos a los dos y corramos a la cafetería —apuntaron a ambos chicos, el de sudadera le dio un codazo en el estomago de Ink haciendo que este cayera y golpeo al de lentes, así entre ellos inicio una pelea, claramente no usarían sus armas, pero eran una manada de leones que peleaban por sobrevivir. Geno, con tal de acabar la disputa separo a Ink y el de sudadera que estaban a punto de atacarse físicamente.

—¡QUIEREN DEJAR DE PELEAR! —grito con todas sus fuerzas ya hastiado de ellos, estos se detuvieron—. ¿Saben la estupidez en la que nos metimos, verdad?, y creó que el pelear y matarse entre sí para ser el estúpido reemplazo de alguien... ¿Solo le facilitara el trabajo a esos demonios? —detuvieron sus acciones. Sentían tanta desesperación en ese momento y el solo poseer tan poco tiempo solo los estresaba aun más.

—¿Y qué?, ¿¡Por qué carajos te ves demasiado tranquilo?!, ¡Nosotros en cambio tuyo estamos asustados! —el de sudadera jalo con brusquedad la chaqueta de Geno, pues no entendía su tranquilidad ante la situación.

—¡Claro que estoy asustado! —lo empujo de su agarre—. ¡Pero prefiero pensar que hacer en vez de caer en su patética trampa!, ¿¡Qué acaso no ven que para ellos esto es un juego?!, ¡Independientemente de lo que hagamos ellos saldrán ganando y nosotros muertos! —respondió con frustración el de bufanda roja. Su caso no era la muerte pero estaba condenado si perdía y acababa trabajando para aquellos entes.

—¿Qué quieres que hagamos?, estamos desesperados —dijo el de lentes mientras cubría su rostro y ligeros sollozos comenzaban a inundar el callejón, siendo acompañado de su dolor por su pareja.

—Lo se... yo también lo estoy —dijo Geno, alzo su mirada notando que estaba por amanecer.

—Me siento estúpido... nunca debimos negociar con esos psicópatas —el de ropajes esponjosos se sentó en el frío suelo de aquel callejón acurrucándose entre sus manos recibiendo un abrazo de su esposo, Geno noto lo devastados que estaban. Tenían miedo.

—Opino lo mismo... —dijo Ink, al sentir la mirada del de bufanda roja bajo su mirada apenado, si supiera la razón por la que negocio con ellos de seguro lo odiaría.

Todos tenían la cabeza gacha, no se atrevían a llevarse a uno de ellos y que este tomase su lugar, era una culpa enorme que les comenzaba a carcomer el alma. Todos tenían sus mentes divagando en opciones y estrategias para poder lograr salvarse del trato que cometieron por un impulso de desesperación que sintieron en su momento...

"Un mal de amores, la perdida de un hijo, la necesidad de un amigo y la busca de fortuna."

Cada una de esas situaciones lo llevo a lo que estaban ahora. Devastados y frustrados por querer aun más de lo que se le había ofrecido. No podían escapar.

Vieron que el de sudadera negra se levantaba de su lugar, todos voltearon hacia él.

—Ya es temprano, vengan, les invito un té —se miraron entre si. 


...



Esta es una nota de autor(?

La neta, nunca pensé que les gustaría esta historia. Debido a que elimine varias las cuales fueron Higuel y CountryHumans por mi problema de no sentir la emoción al escribirlas, las sentía vacía. Pero aun así amo publicar historias de este fandom tan bonito :,)

Por lo que como vieron en la descripción, tiene muy poquito romance, ya que se enfoca más en el misterio de la cafetería. Así que pido disculpas de antemano, y si desean leer en su totalidad de romance ¡Les invito a leer otras bellas historias! :D

Eso es todo. Tratare de subir más, muchas gracias por seguir apoyando.

Creó que esta será la única nota que ponga en una historia hasta que termine esto xd

Cambio y fuera.

Colorful_Roses



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