↳ hug me and dance ; renmin

L a d o B

Un cigarro se encendía en los labios de Jaemin, mientras veía como sus amigos jugaban al pool charlando y tomando como desaforados, desde su lugar en el sillón individual de la sala revisaba cada movimiento de los recién llegados, invitados de su hyung Yuta, unos tipos llamados Shotaro y Sungchan. Pero en realidad escondía bajo su fuerte mirada la preocupación que inundaba su cuerpo ¿Qué estará haciendo Renjun? ¿Habrá cenado como le dijo que haga? ¿Estará asustado por la tormenta que parecía acercarse por cielo? Joder, no podía más. Tomó su campera de cuero del respaldo de su asiento y se levantó para irse, hasta que una mano se lo impidió.

-Sabes perfectamente que si te vas tu hermano se enojara Jaemin- Soltó serio Jeno.

-Me importa una mierda, Renjun está solo desde las 3 de la tarde- Miró el reloj en su muñeca con velocidad -Si Taeyong me hubiese querido ver, ya estaría aquí. Son las 10 de la noche, dile que me llama si llega a venir a último momento.

Y con esas simples palabras y las miradas de toda la sala sobre él, se retiró, no sin antes escuchar como Donghyuck y Chenle enviaban un saludo para Renjun. Ya en su auto suspiro y aceleró.

Odiaba dejar tanto tiempo a su bebé solo, si bien él sabía perfectamente que si estaba fuera era por algo importante y no era ignorante de los tratos sucios a los que se dedicaba su novio. Pero eso no quitaba la angustia en su pecho al pensar en los ojitos cristalizados de su niño cuando tiene que salir por esa puerta, donde termina su mundo de fantasías.

Se habían conocido en una de las muchas veces que Jeno fue a buscar a su novio, Chenle, al colegio. Ese día se aburrá demasiado en su departamento y lo acompaño para molestar, y allí vio a ese hermoso niño de pelo negro salir junto a la pareja de su amigo, y mierda, ahí mismo descubrió lo que era el amor a primera vista.

Hizo que Lucas le consiguiera información sobre aquel príncipe sin aparente castillo y descubrió una triste realidad detrás de su pálida sonrisa. A sus cortos 15 años, vivió desde su nacimiento hasta sus 7 años en una casa abusiva y violenta en Jilin, China, hasta que sus tios pudieron pedir su custodia y llevarlo con ellos a Corea. Todo fue color de rosas hasta sus 13 años, cuando feliz llegó a su hogar listo para decirle a sus tíos que le cuanto gustaba un chico de su escuela, y solo recibió caras que demostraban descontento y gritos de disgusto. Nunca dejaron de pagar su educación, por su salud y algún que otro interés extracurricular, pero no le entregaron ni una sola sonrisa más desde ese día. Para ellos era una felicidad cuanto más tiempo pasara el chico fuera de su casa y con suerte le dirigían la palabra. 

Jaemin se propuso desde ese instante darle todo el amor que merecía y demostrarle que no estaba mal ser quien era. Paso a paso lo enamoró como el príncipe que era, lo llevó a infinitas citas a toda hora, le enseñó de a poco su grupo de amigos y a lo que se dedicaba, le hizo entender todo lo que haría por él y a sus 20, Jaemin empezó su primera relación seria. Con un niño de 15 años.

Y ahora se encontraban allí, Jaemin entrando de puntillas de pie por la puerta susurrando el nombre de su bebé, quien se había encontraba dormido con su cara en la mesa y dos platos fríos de comida a su lado. Otra vez, el corazón de Jaemin se oprimió. Con cuidado tomó a Renjun entre sus brazos y se cuestionó ¿Debería llevarlo a dormir o despertarlo para comer? Se sentó en el sofá de la sala acariciando con cuidado las mejillas de su novio y repartiendo besos para despertarlo con cuidado.

-¿Papi?- Soltó Ren bajito.

-Lo siento mucho mi cielo, tuve que esperar más de lo que pensé, no sabía que me esperarías para cenar. Lo siento mi vida- Dijo Jaemin abrazándolo con fuerza contra su pecho.

Compartieron besos dulces antes de sentarse en la mesa para finalmente comer juntos, y entre risas y picos robados terminaron la cena, listos para ir a la cama y mimarse como debían. 

Jaemin tomó a Ren entre sus brazos de vuelta luego de llevar los platos sucios a la cocina con ayuda de su bebé, porque si lo hacemos juntos tendremos más tiempo para besos en antes de dormir, y tal como dijo Renjun fueron directo a la habitación para ponerse sus pijamas Para el extranjero una gran remera negra de Jaemin y sus cortos pero cómodos shorts del mismo color, y para el mayor unos pantalones de algodón grises y como de costumbre, nada tapando su torso.

Justo cuando Renjun entro al baño para lavar sus dientes, tambaleándose gracias al sueño, el celular de Jaemin sonó. Se movió fuera de la habitación para buscar su campera, la cual dejó tirada con su celular dentro cuando llegó, y atendió.

-Al fin, te estabas tardando hermanito- Soltó con arrogancia Jaemin.

-¿Por qué mierda te fuiste Na? ¿Te crees gracioso? Dije que necesitaba hablar contigo, imbécil.

-Me dijiste que tenias que hablar conmigo a las 5 TAeyong, estuve esperandote en ese puto bar hasta las 10 de la noche y tu culo ni siquiera penso en aparecer ¿Quieres saber algo? Renjun me estaba esperando y no pude llegar pot tu puto retraso- Dijo Jae mientras caminaba hacia el balcon de su habitación, prendiendo un cigarro de camino. -Tu sabes más que nadie lo que pienso acerca de eso, y estoy seguro de que si la historia fuera al revés y Jaehyun te hubiese esperado con la cena hecha, estarías igual de furioso que yo. Así de una puta vez deja de reclamar por errores que son tuyos y dime que mierda quieres.

Parecía que llamas salían de los ojos del chico, pero la furia se había apoderado de él con mayor rapidez de la usual. Cosa que intento calmar automáticamente al ver como Ren salía con algo de miedo del baño, solo suspiró y escucho lo que su hermano tenía para decir.

-joder, quiero saber porque mierda ayer undo de los chicos de Shownu llego diciendo que te iba a romper la puta cara, porque nunca en nuestra maldita vida tuvimos problemas con su grupo y ahora el niño de cara bonita tiene un ojo morado por tu culpa, aparentemente.

Jaemin solto una risita nasal al escuchar su nombre, el idiota nisiquiera fue capaz de ir a buscarlo a él, tuvo que ir con su hermano mayor -Es simple Tae, estabamos en casa Seungmin en esa fiestita que hizo por su cumpleaños y cuando Ren al fin sintio la confianza de bailar con Donghyuck en la pista, ese hijo de puta se acerco intentando arrastrarlo escaleras arriba ¿Crees que me iba a quedar sentado o que le iba a pedir que se porte bien como una maestra de jardin? No soy el niñero de ese idiota, y si se cree con el derecho de forzar a mi novio para hacer quien sabe que mierda, lo pondre en su lugar de una patada e el culo ¿Algo más hermanito?- Dió la última calada y apagó el cigarro en ese bonito cenicero de barro que Renjun había hecho y pintado para él.

-Quedó claro, Jae…- Tae se tomó un segundo para pensar qué hacer con el niño de Shownu -Le dire a Shownu lo que paso y que se haga cargo, tienes razón, no somos sus niñeros de ningún mocoso, p-perdón por lo de hoy, saluda a Ren por mí.

Y con esas rápidas palabras cortó la llamada, a lo que Jaemin rió. Cerró las ventanas y dejó apenas abiertas las cortinas para que la luna alumbrara la habitación, como a su niño le gustaba. Y justo cuando se dio vuelta lo vio recostado en la cama, con sus ojos brillantes, tapado hasta el cuello ya que la noche era fresca, y ahí se recordó a sí mismo que debía hacer todo para cuidar a su pequeño ángel, tal y como él cuidaba su corazón

¡hola!

es sorpresivo que suba un nuevo capítulo de lo que comenzó siendo un OS y el aviso bien explicado sobre lo que va a pasar con esta historia está en mi perfil, pero en cortas palabras lo voy a convertir en un fic de varios capítulos. espero que lo leean y les guste, muak <3