One Shots (Camren)

La Mala

Lauren Jauregui, la porrista número uno de la entrenadora Solís. La chica que toda puberta de preparatoria quería ser. Tenía belleza, popularidad y era una de las chicas más deseada por todos los chicos y algunas chicas en la escuela. Siempre caminaba por los pasillos de la escuela con la cabeza en alto, siempre mirando de una manera desaprobatoria a todos aquellos que no eran populares como ella y a otros, simplemente no se molestaba ni darles un insulto, así era Lauren Jauregui, así era ella.

Un día normal, la pelinegra porrista caminaba por los pasillos de la escuela cuando su mirada detecta a cierta morena.

Camila Cabello.

Lauren sonrió para sí misma, le encantaba hacerla la vida imposible a La castaña y más ahora que sabía que ella estaba con Shawn Mandes.

La porrista miro a Camila bajo el rabillo de su ojo y se metió al baño. La latina cerró su casillero y camino hasta el baño. Cerro la puerta consigo y sintió como la mirada de la ojiverde se posaba en ella.

Camila camino un poco hasta la chica y esta puso esa sonrisa arrogante que volvía locos a todos. Sin pensarlo dos veces, la tomo a Camila de la cintura y ambas se adentraron al primer baño que les quedaba cerca. Al tenerla tan cerca, Lauren poso sus labios con los labios carnosos de la cantante. Esos labios carnosos y rosas, volvían loca a la chica , nunca pensó que una mujer podía volverla tan loca, pero jamás pensó que Camila podía ser esa mujer.

La ojiverde besaba a Camila de una manera tan posesiva y pasional, que hacía gemir a La chica. Lauren tocaba el cuerpo de su amante de una manera feroz, de una manera que al contacto de ambas pieles, las chispas brotaban.

Era simplemente excitante para ambas chicas. La porrista puso a la diva contra la pared, mientras masajeaba sus glúteos de una manera voraz. Camila solo se abrazaba más del cuello de la pelinegra. Lauren era una experta en hacerla sentir cosas inexplicables en su cuerpo. La ojiverde era tan mala con ella, pero al mismo tiempo, Camila amaba a esa Lauren mala.

La porrista no pudo más y se sentó en la taza del baño con la castaña encima de ella y comenzó a tocar los pequeños y hermosos pechos de la diva. Camila soltó un gemido que se ahogó en el cuello de la chica. Este acto elevo la temperatura de la porrista, aún más, y lentamente llevó su mano derecha hasta el centro de la pequeña cantante. Camila al sentir como los dedos de Lauren masajeaba su centro, mordió uno de los hombros de la chica para no gritar ante el placer que la porrista le estaba dando. A la pelinegra le encantaba esas situaciones, le encantaba sentir a Camila tan mojada, tan a su merced, tan excitada, tan dispuesta a darle lo que ella necesitaba. Unos segundo más y la diva llegó al clímax, su respiración aún estaba descontrolada y su cara seguía roja ante lo que acaba de hacer. Lauren beso los labios carnosos de Camila una vez más y le sonrió.

Ambas se sonrieron y salieron del baño al ver que solo estaban ellas dos en el cubículo. Camila se arreglaba su ropa y La pelinegra la miraba de reojo a través del espejo. Levantó su ceja derecha, y se acercó a la morena y puso un beso en su cuello, después la miro y le dijo.

-Te veo en tú casa-Camila sonrió y vio como la chica salía del baño. Se miró una vez más en el espejo y salió de este. Al salir se encontró con su novio, Shawn, el cual al verla, beso sus labios delicadamente, tomo la mano de la morena y ambos partieron a la siguiente clase, la cual era la del Sr. Lopez.

La morena se sentó a un lado de con Shawn. Él era un buen chico, era amable, cariñoso y en verdad había cambiado mucho con ella. Sí bien, le había mentido acerca de su "pequeño encuentro" con Ally, este había hecho lo imposible para hacer las cosas bien con ella. Él amaba a Camila, incluso más de lo que llego a amar a Lauren.