𝐭𝐡𝐞 𝐉𝐊 𝐤𝐢𝐥𝐥𝐞𝐫 ☠ 𝐤𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧

𝒔𝒆𝒙 ᵏⁱˡˡᵉʳ

—¿Otra vez, JK? —soltó aburrido Yeonjun—. ¿Cuándo lo vas a matar? —.

Jungkook sonrió, entretenido con su ceño fruncido, desde el fondo los ojos oscuros de Taehyung los observaba.

Ignoró por un momento la pregunta hecha para él y se acercó a la nevera para abrirla y sacar una lata fría de cerveza, quería refrescar su seca garganta.

—No es mi culpa, Choi —respondió al final—.

Taehyung se carcajeó desde su sitio y el azabache le guiñó un ojo en respuesta, ambos gustándoles molestar al menor, pero más serio de los tres.

—¿Cuál es la excusa esta vez? —preguntó con burla Taehyung—. ¿Te amarró contra la cama? ¿Te sedujo? ¿Te amenazó con un cuchillo en la garganta mientras te montaba? —.

Jungkook le dió un golpe en el hombro, riéndose junto con él, antes de sentarse a su lado y ofrecerle cerveza.

—Lo del cuchillo no suena tan mal, eh —Jungkook llevó su mano desocupada a su barbilla, imaginándose a su bonito rubio montándolo mientras lo "amenazaba" con un cuchillo en la garganta—.

Y acompañado de su sonrisa.

Su jodida sonrisa que encendía todo el infierno dentro de él.

Tendría que proponérselo cuando lo vaya a ver de nuevo, tenían que intentar eso.

—¿No acerté? —fingiendo desilusión, Taehyung bajo su mirada puchereando—.

Jungkook volvió a carcajear, escuchando un gruñido de parte del peliazul y, antes de poder volverse a burlar, apareció un alto pelinegro que se acercó al chico gruñón.

—Hey, Soobin —saludó Jungkook—. No sabía que andabas por acá—.

—Hyung —saludó serio— no estabas cuando llegué —dijo simplemente— Yeon, deja de gruñir, te escucho hasta la habitación —.

El par de amigos sentados en el sofá se taparon la boca aguantando otra carcajada, les entretenía cuando Soobin regañaba a su amigo menor y éste simplemente se quedaba callado sin decir nada.

—Lo siento, bonito —susurró Yeonjun—. Pero este imbécil no hace su trabajo —ladró irritado— Jungkook, te encargaron este trabajo hace más de un mes y lo único que haces es poner excusas para seguir follándotelo —.

Soobin le apretó el hombro para que se calmara porque si seguía gritando y reclamando eso iba a terminar en una pelea muy fea entre el azabache y el peliazul.

—No es solo follármelo —respondió serio—.

Yeonjun se aflojó suavemente del agarre de su pareja para acercarse peligrosamente a Jeon, él sabía perfectamente que si seguía podría terminar con un ojo morado, pero su compañero parecía no entender que ellos eran un trío de asesinos a sueldo que mataban a las víctimas que les encargaban para recibir una paga de puta madre.

¿Qué le costaba? Solo tenía que ir, apuntarle la jodida cara y dispararle, no ir a follárselo y dejarlo vivo.

—Jeon, si no lo matas nos meterás a todos en un puto problema —sus rostros estaban cerca, sus ojos se miraban con furia— tu aceptaste este trato, mierda, somos nuestros jodidos jefes, pero nos metemos con gente peligrosa que pueden matarnos en un parpadeo, JK, piensa, joder —.

Jungkook apartó la mirada, odiaba admitirlo, pero sabía que el idiota peliazul frente a él tenía razón y lo menos que quería era meter en un lío a sus amigos. Eran su única familia y jamás se perdonaría que les pasara algo.

Pero joder.

Ese enano rubio solo llegó a hacer estragos en su marchito corazón.

—No lo entiendes —después de decir eso se paró del sofá y se dirigió a la salida del departamento, cerrando de un portazo la puerta—.