Único

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Aviso.

Como está dicho en la descripción, esta historia tiene contenido chico x chico. Está bajo su responsabilidad leerlo.

Si no te gusta la temática, te invito a no leerlo. Si te gusta, bienvenida/o.

Historia basada en la saga de Harry Potter de J.K. Rowling.

♣ ♣ ♣ ♣

Por primera vez en varios meses Tom se había tomado un descanso de la empresa. Se sentía extraño, primero pensó que haría todo lo que quería hacer desde hace tiempo, esas pequeñas cosas que se acumulan en una lista porque no has tenido el tiempo suficiente para comenzarla, pero, ahora que ya terminó todo, no sabía qué hacer.

Bufó de aburrimiento mientras se dirigía a su sillón y abría Facebook desde su celular. Tom odiaba Facebook, sólo encontraba videos e imágenes que te hacían perder el tiempo... bueno, si era sincero, Tom odiaba cualquier red social que no fuera Telegram, donde se comunicaba con cualquier socio de negocios o hasta con sus trabajadores.

Fue primero a la sección de los pocos grupos a los que pertenecía, un grupo de sus antiguos compañeros de la universidad (los mortífagos, como se autonombraron), un grupo rotario al que pertenecía (debía hacer algo bueno con su dinero para que el gobierno no le jodiera tanto) y a un nuevo grupo de juegos.

Frunció su entrecejo, ¿qué hacía en ese grupo si él no había entrado por su propia mano?

Oh... No estaba dentro del grupo, había recibido una invitación por parte de Draco Malfoy. Tal vez había sido un error de dedo, así que no se molestó.

El grupo era abierto y ahí se podían compartir videos en vivo... ¿Cómo les decían? Ah, sí, streaming.

Se quedó pensando unos momentos. Definitivamente Tom no sabía nada de videojuegos y no le interesaba en lo más mínimo ver a otras personas perder el tiempo mientras jugaban. Era absurdo todo eso.

Estaba a unos segundos de rechazar la invitación para seguir su revisión en Instagram cuando apareció una nueva publicación. Otro stream, por lo visto... pero éste lo había compartido Draco Malfoy.

Curioso, picó hacia el video en vivo y miró un momento, después de todo, Tom no tenía nada que hacer y la curiosidad de saber qué había visto el hermano menor de Lucius (quien era su amigo desde la secundaria) le daban las fuerzas suficientes para aguantar tanta estupidez.

Lo primero que vio en el video fue a un joven de ojos verdes sonriendo con alegría mientras jugaba y cantaba. No cantaba tan mal, pero eso no era lo sorprendente. El juego, que se presentaba en la mayor parte de su pantalla, parecía ser lo suficientemente difícil como para que a alguien se le complicara cantar al mismo tiempo que jugaba.

Prestó más atención, el joven era muy simpático y saludaba a todos, ¿cómo podía cantar, jugar y estar atento al chat?

Levantó una ceja curioso, definitivamente le interesaba ese streamer. Con tranquilidad le dio al botón de seguir y continúo viendo al joven.

Una notificación saltó en la pantalla, el dinosaurio de Google salía como imagen arriba de un "¡Gracias por seguirme, Tom Riddle!" y, segundos después, la risa del joven se escuchó.

—¡Muchas gracias, Tom, espero que el directo te esté gustando! —dijo el ojiverde mientras sus ojos destellaban en alegría— En serio, chicos, cada vez somos más y yo no podría estar más agradecido con ustedes por esto... ¡Oh, gracias por las 50 estrellas, Fred!

Tras eso, el adulto sólo pudo quedarse viendo al joven desde su pantalla. Sí, Tom Riddle odiaba a Facebook y su contenido nada enriquecedor... pero no podía negar que había algunas personas interesantes.

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