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Las dos semanas de viaje habían concluido, quedaba un día para irse y Jungkook tenía preparado todo por si le deba un sí o un no, aunque tenía fé en que le diría que sí. Desde que había tenido esa relación un tanto tóxica con Felix, persona con la cual Taehyung se resintió un poco, no había estado con nadie más después de él y estar con su chico era como estar en las estrellas todos los días, Taehyung hacia sus días felices, él había creído en él. Al pasar sólo seis meses creyó que iba muy rápido con la idea de casarse, consultó con los chicos y todos dieron la misma respuesta.

"Haz lo que dicte tu corazón", no podía tener a personas tan increíbles a su lado, aparte de Taehyung, claro.

Estaba guardada su ropa cuando olvidó guardar la cajita donde yacia el precioso anillo de su amado, esa cajita estaba con él desde hace unas semanas y la había cuidado más que a él mismo, ideó el plan del viaje esperando que su novio terminara su semestre en la universidad pero a pesar de el transcurso de todo ese tiempo aún sentía los nervios a flor de piel y es que no era sencillo para él, estaba dando un gran paso en su vida y temía ante una negativa.

Dejó la maleta sin alistar para irse corriendo al baño, tomarse todas esas lechitas de plátano no era bueno para él.

Taehyung tenía todo preparado para regresarse a Seúl, no quería dejar París para nada. Se enamoró de ese bello lugar y quería quedarse mucho más tiempo si podía ser posible. Dejó de admirar la bella vista de su balcón para ingresar a la habitación que compartía con su pareja, ¿ya había dicho cuán enamorado estaba de Jungkook? Nunca es tarde para recordarlo una vez más, tenía miedo, dependía mucho de su novio y eso le asustaba un poco, lo amaba con locura y pasión pero se sentía aterrado por todo el amor que le profanaba, sentía que Jungkook no se encontraba preparado para él y su amor.

Hace semanas su novio estaba estresado, pero intuyó que era por su trabajo y se lo había preguntado miles de veces pero siempre obtenía la misma respuesta.

Al ingresar al cuarto miró la maleta sin terminar de su novio y decidió ordenarla por él, doblaba las camisas que había usado y esas botas más grandes que su cabeza, su mayor se había vuelto loco por las botas negras pero no le reclamaba nada, ya que, le quedaban de maravilla.

Al cabo de unos minutos, Taehyung había terminado de hacer la maleta pero no había rastros de su novio.

—Kook, ¿dónde estás? —Gritó sin elevar tanto la voz y bajar esa pesada maleta de la cama.

—Estoy en el baño amor, me lavo las manos y salgo —Contestó al otro lado de la puerta, no sabía que todo su plan se vería en total fracaso una vez que saliera de ahí.

Al bajar la maleta, con el, había caído una pequeña cajita. Taehyung recordaba ese tipo de cajas, contenían anillos por lo que recordaba.

¿Por qué Jungkook tendría un anillo?

Examinó de cerca la caja para después abrirla como si esta con sólo un toque se fuera a romper y Taehyung se sorprendió cuando encontró dos preciosos anillos, uno tenía grabada su inicial y la otra de su novio.

Jungkook salió tarareando una canción que había inventado en su mente, muy feliz por lo que ya tenía pensado hacer para proponerle matrimonio a Tae. Pero paró cuando vio como su novio lo miraba con la cajita en mano, sin ningún rastro de alguna expresión en su rostro. Miró los anillos y la cara de su novio unas mil veces hasta que Taehyung se vio obligado a hablar.

—¿Jungkookie, qué es esto cariño? —Caminó hacia el contrario—. Se cayeron accidentalmente con la maleta.

Jungkook se puso nerviso ¿a su novio no le gustaba la idea? Se imaginó mil escenas en donde Taehyung salía enojado acabando su relación, lo dejaba y le decía lo mismo que su ex pareja del pasado.

coffee euphoria ─ kooktae au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora