Cerró la puerta despacio cuando una lágrima corrió por su mejilla,no.
Ese no podia ser su esposo,su alma gemela,su mitad...
Su JungKook.
Simplemente no podia ser,su relación desde hace unos meses no iba de lo mejor,debido a su trabajo ninguno de los dos habian tenido tiempo de pasar momentos juntos,pero estos últimos dias
Jin se habia esforzado por mantener su relación mas cercana.Trataba de llegar mas temprano a casa para que las cocineras la ayuden a cocinar ya que nunca fue muy buena en la cocina,también trataba de no parecer cansada y así preguntarle a JungKook si queria salir a algún lado e incluso trataba de entablar conversación entre ellos para que el silencio no domine en el ambiente.
Pero como no funcionaba pensaba que talvez era JungKook el problema,que el no queria contribuir,que el ya no queria nada con el,que ya no lo amaba.
Y lloró,lloró todas las malditas noches que JungKook no llegaba,que llegaba tarde.
Y apenas lo veia,suspiraba,la ignoraba,rodaba los ojos,se tensaba.
Jin pensaba que era producto del cansancio que sufria en el trabajo,en la oficina,en la empresa.
La empresa.
Recuerda como si fuera ayer el dia que llevó a su hermana a que conociera su nuevo trabajo.
Desde ese dia JungKook solo hablaba maravillas de ella,y a Jin no le importó.
Porque sabia que el corazón de JungKook le pertenecia,no tenia porque sentir celos,y no los sintió.
Hasta ahora...