Siguen pasando los días y parece que la cosa va bien, quitando algunos desplantes por parte de la otra persona, o algunas actitudes decepcionantes sigues firme, estas convencido de que tú puedes conquistarla y hacer que solo quiera estar contigo.
De repente un día al despertarte ves que no te ha dado los buenos días, y sin embargo ha subido una historia a Instagram hace dos horas. Te empiezas a preguntar por que no te ha hablado, si se supone que los dos tenéis el mismo interés, pero una vez más piensas que todo lo bueno supera a lo malo, y que seguramente estaría ocupado en algo importante.
Sigues manteniendo una actitud cariñosa y amable para intentar que se dé cuenta de los buenos sentimientos que tienes hacía esa persona, pero pronto empiezas a notar que contra más te esfuerzas es peor, pero como siempre, intentas convencerte a ti mismo de que habrá tenido un mal día y mañana será diferente.
Llegas a un punto en el cual te conformas con la más mínima muestra de cariño, porque esa persona, sin darte cuenta ya forma parte de tu día a día y de tus pensamientos las veinticuatro horas del día, se lo comentas a tus amigos y todos te dicen que tardes en responder sus mensajes, o que abras los ojos porque no tiene interés en ti, pero no quieres creertelo y no les haces caso, pues estás convencido de que esa persona es diferente.
