Después de una noche de charla y algo de borrachera, el grupo de aventureros continuaron con su travesía.
Durante el camino todo el grupo compartía sus experiencias en el campo de batalla entre todos ellos la que más destacaba era la joven elfa quien no dejaba de alardear sobre sus habilidades como una gran arquera. Mas sin embargo Guts y el Slayer no presumían de lo que podían hacer y esto también aplicaba para schierke.
Pasadas algunas cuantas horas más el grupo estaba a poca distancia del nido de goblins. La primera en notar esto fue schierke quien a la distancia pudo sentir su energía de odd por alguna razón el od de los goblins era similar o mejor dicho era la misma que la de los trolls que ella conocía
—esperen— grito Schierke al resto del grupo
Ante tal acto los aventureros dejaron de caminar y dirigieron su vista a la pequeña
—que sucede— pregunto el sacerdote lagarto
—adelante se encuentra una gran cantidad de duendes
—¡Queee! ¿Cómo sabes eso?—dijo la elfa
—puedo sentir su presencia
—asi que es eso. Muy bien andando— ordenó goblin Slayer a sus compañeros
Todos obedecieron y continuaron caminando por otros 5 minutos más.
Finalmente después de un largó recorrido El nido estaba justo en medio de un enorme campo, tal vez ‘nido’ no era la palabra correcta
para describirlo. Tenía una entrada cuadrada de piedra blanca que sobresalía medio enterrada
en la tierra, así que no era una cueva.
Era claramente artificial; ‘Ruinas Antiguas’. La piedra pálida reflejó la puesta de sol que era tan
roja como la sangre. Dos goblins estaban de guardia. Estaban colocados a ambos lados de la
entrada con lanzas en sus manos, una miserable placa de cuero cubría sus cuerpos. Con ellos
había un perro, no, un lobo.
—al parecer son goblins con bastantes recursos— comento el Slayer
—espera y como demonios sabes que tienen bastantes recursos
—porque de lo contrario ya se habrían comido al lobo
—bien entonces que estamos esperando— dijo la elfa que a la par sacaba su arco y comenzaba a recargar una flecha
—por favor no falles— mencionó el enano a la elfa mientras mantenía una leve sonrisa
La elfa en un tono de enojo voltio su mirada y por un breve momento mira directamente a la cara de Guts. Este a diferencia de los demás estaba muy tranquilo y calmado parecía que no le importara realmente el resultado que ocurriera. Al notar esto la elfa se enojo aún mas
—si vas a hacerlo házlo ahora— ordenó Guts
ante tal comentario por parte de Guts la elfa sostuvo una flecha y respiró profundamente. Los elfos no usaban hierro. Sus flechas
estaban hechas de ramas de árboles que naturalmente tenían el tamaño y forma adecuados;
Las puntas eran dientes de animal, y para las plumas, usaban hojas.
La elfa apuntó, su arco también estaba hecho de la rama de un gran árbol de haya y el cordel
era de seda de araña, era más grande que ella misma. Pero lo manejaba con facilidad,
agachándose en el matorral y poniendo la flecha contra el hilo. La seda de araña emitió un
sonido sibilante mientras se tensaba.
—ahora
Tan rápido como Guts dió la orden la elfa soltó la flecha y una movimiento rápido este se desvio dibujó un gran arco a través del aire, pasando a través del goblin de la derecha y tomando parte de su espina dorsal. Continuó su trayecto hacía la mejilla
del goblin de la izquierda; Se encontró con la órbita de su ojo y lo atravesó directamente.
El lobo saltó, sin saber qué había sucedido, y trató de abrir la boca para gritar una advertencia La elfa soltó la segunda flecha demasiado rápido para verla. El lobo voló hacia atrás al recibir el fuerte impacto
