Pequeñas Historias Sobre ✨Harry Potter ✨

Pelea

Todos se encontraban en el gran comedor cuando comenzó una batalla de miradas.

Se trataba de Ginny, Harry y Draco. Ginny miraba a Harry que a su vez miraba a Draco y Draco los miraba a ambos.

– ¡Estoy Harto! – se levanto hecho furia de su sitio caminando decido hasta la mesa de Gryffindor.

Harry se dio cuenta de que Draco se acercaba y se levantó rápidamente a detenerlo.

–Hey, Draco ¿Que sucede? – lo miro extrañado por su manera de actuar tan repentina.

– Lo que pasa es que esa ¡Zorra¡ No deja de observarte – apunto a Ginny quien sonreía satisfecha ante tal espectáculo – Shh, cállate Zorra – llevo su dedo índice sobre sus labios haciendo una señal para que se callará al momento que noto que Ginny iba a hablar.

– Para empezar, si algo quieres reclamar ¿Él no era tú novio en primer lugar? – se levantó poniendo sus manos sobre la mesa mirándolo con aires de superioridad – yo lo pongo a gastar, lo que pido me lo da – le sonrió más que satisfecha.

Draco comenzó a sentir su sangre arder más de lo que ya estaba y se acercó quedando cara a cara con Ginny.

– Si tú le gustas tanto ¿Por qué sigue conmigo? – levanto su mano - ¿Ves mi dedo medio? al lado hay un anillo – bajo los dedos restante para solo mostrarle el dedo medio, ya que en ninguno de sus dedos se encontraba algún anillo, y escuchó la risa de algunos al ver su acción.

– Con tipos como tú todo mundo juega – se acercó más a Draco mirándolo desafiante – eres como las estaciones, pasajero – sintió un poco de miedo al ver los ojos de Draco pero no lo demostró y siguió firme ante todos – Tan poca cosa te conformas con una cartera, conmigo no te compares, tú eres el tapete y yo la casa entera.

Draco hizo una mueca al escuchar que decía que se comparaba con ella y se alejo con una cara de asqueado – Te chingas al que sea, nadie te tomaría enserio aunque quisieras, no somos la misma raza – cruzo sus brazos sobre su pecho caminando hacia Harry y parándose a su lado – tú para la perrera y yo para la casa.

– ¡Todo el mundo te ha rotado, puta! A ti el tren te pasan – se escuchó un grito desde la mesa de Slytherin, era Pansy quien estaba apoyando a su amigo y a su vez se burlaba de Ginny.

Draco sonrió de nuevo pero está vez aún más lo cuál a todos le causo un poco de miedo al verlo sonreí así.

– ¿Te crees una amenaza? – Ginny lo miró furiosa.

–Checa – se aclaró la garganta antes de hablar – las propiedades bajo mi nombre, cuentas de Gringotts bajo mi nombre, tatuado en el pecho tiene mi nombre – llevo sus manos hacía la camisa de Harry para desabrocharla y mostrar un poco de su pecho dejando a todos sorprendidos porque era real, ahí se encontraba el nombre Draco – tú no eres nadie para mi hombre, lo poquito que se ha gastado en ti eso es una limosna para mí – metio las manos dentro de su túnica tomando su varita – no necesito verte de nuevo para volarte la cara y no fallar.

Ambos se apuntaron con las varitas, mirándose fijamente a los ojos

–Draco, cálmate – Harry se acercó a él y lo abrazó por la cintura tomándolo con fuerza y susurrándole al oído – Ginny no es ni la mitad de bonita que tú y todo eso que dijo lo inventó, nunca le haría caso a ella.

– Me valen cuatro hectáreas de verga, Potter – lo miró – si alguien se mete con lo mío debe asumir sus consecuencias ¡Expelliarmus! – lanzo el hechizo dejando desarmada a Ginny.

Harry suspiró y lo sostuvo con fuerza antes de alzarlo y ponerlo sobre su hombro – y tú, vas a asumir tus consecuencias.

–¡Potter! ¡No! ¡Hey, bájame¡ – pataleo golpeando su abdomen sin fuerza porque no quería hacerle daño.

– Malfoy, guarda silencio – levanto su mano para luego estamparla sobre el trasero de Draco haciendo que este suelte un grito de asombro.

–¿¡Que te pasa!? ¿¡Porqué haces eso!? – sentía su cara arder, lo hizo frente todo el alumnado y no iban ni a la mitad del comedor.

–Guarda silencio, Malfoy – volvió a repetir lo mismo que había hecho con anterioridad.

Por fin salieron del gran comedor y de ellos no se supo hasta el día siguiente.