Era una situación de pesadilla. Se encontraba en algún desierto desconocido y estaba siendo perseguido por hombres con bestias enormes que lo cazaban por quien sabe que motivo.
Tenía las piernas cansadas, no sabía cuántos kilómetros había recorrido ni tampoco si lo habían dejado de seguir, pero no le importaba, sabía que si paraba le costaría la vida. Vio a lo lejos un iglú en el que podía refugiarse, era bastante grande comparado con los tradicionales y apostó que podía caber hasta una ballena o un tiranosaurio adentro.
Mala suerte para él, cuando entro en lo que se suponía que debía ser su salvación se encontró con un tiranosaurio como él había pensado pero... ¿un tiranosaurio? ¿No se habían extinguido hace millones de años? Además... ¿Por qué hay un iglú en medio del desierto? Reflexionó y concluyó que estaba soñando.
Aliviado, se pellizco para regresar a su cómodo y seguro hogar. Sin embargo, cuando despertó, el dinosaurio todavía seguía allí.
