Todo empezó cuando Elsa era una niña pequeña.
Ella demostró un gran interés en la música cuando apenas tenía 3 años, su padre le había enseñado una canción en italiano, la cual aprendió sin ningún problema.
Cuando ella cumplió apenas 4 años, sus padres decidieron inscribir a Elsa en un curso de piano, en donde ella aprendió muy bien a tocarlo, sus padres y profesores le exigían demasiado, ya que le costaba trabajo leer las notas del pentagrama.
Cuando ya contaba con 10 años de edad, descubrió que tenía un talento especial, el talento consistía en que ella podía cantar a la perfección.
Ella empezó a buscar música en su casa, y volvió a tener interés por el canto.
Le pidío a sus padres que la inscribieran en clases de canto, pero ellos no aceptaron, ya que su hermana pequeña, empezaba a tomar clases de violín.
Cuando contaba con 13 años de edad, se le ocurrió escribir una canción y crear la melodía en el piano.
Después de 7 meses, logró terminarla, pero lo único que faltaba era el título de la canción.
Pensó demasiado, pasaron horas y días, hasta que por fin se le ocurrió un gran nombre para la canción, la canción se llamaría: "Let it Go".
Ella reconocía que la canción tenía muchas variaciones, había altos y bajos, agudos y graves, pero no le importó.
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Narra Elsa:
Desde qué era pequeña me ha gustado cantar, jamás he tomado clases de canto, y aveces cuando alguien me pide que cante, se queda impactado al saber que jamás he tomado clases de canto, según ellos, decían que cantaba bien.
A mi nunca me ha gustado ser presunciosa, al contrario yo jamás presumo las cosas que tengo; ya que me considero una chica introvertida y tímida.
Casi nadie en la escuela sabía sobre este talento, nada más mis mejores amigas que eran Rapunzel y Mérida, y claro, mi hermana pequeña.
Ahora, tengo dieciséis años, acabo de empezar el tercer grado de preparatoria.
Cuando llegamos al mes de febrero, corrieron los rumores de que el director había organizado un show para los alumnos que tuvieran algún talento.
Yo no creía que eso fuera cierto, pero después de que en el boletín pegaron una hoja para los que se quisieran inscribir, vi que tenían razón.
Pensé que sería buena idea presentarme en ese show, y mostrarle a todo el mundo lo que realmente era, que no me vieran como la niña tímida que siempre se sienta en la esquina; como la niña que jamás participaba, la que jamás opinaba...
Estaba cansada de eso, de que la gente pensaba que era débil.
Decidí inscribirme, me apunté. Decía que las audiciones serían el 5 de abril, así que tenía que preparame.
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Cuando iba a pedir informes, me encontré con el chico pelirrojo de mis pesadillas; no lo soportaba, no había un día en que no me moleste, siempre me dice que soy su jodido "copo de nieve" y su "reina del hielo"... Como odio esos apodos.
-Hola copo de nieve.-dijo con su sonrisa arrogante que siempre tenía. Y ahí iba de nuevo, con el tonto apodo que inventó.
-Hola.- saludé con disgusto, ya que no me apetecía verlo.
-¿Qué haces aquí Elsa? ¿Acaso te inscribirás?- preguntó mi némesis, alzando su ceja izquierda, y levantando levemente la comisura de sus labios.
-Si, ¿Tienes algún problema Westergard?- dije cruzándome de brazos.
-¿Enserio te inscribirás? Wow, nunca pensé que fueras lo suficientemente valiente como para inscribirte, ya que todos te consideran...una chica tímida.- dijo soltando una risita burlona, la cual me molestó demasiado.
